Un ser humano que se transforma en ícono

martes, 27 de mayo de 2008
Marulanda "Tirofijo" - Un ícono latinoamericano - 27/05/2008


Pedro Antonio Marín Marín (1930 - 2008) conocido bajo los alias de Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, fue el Comandante y Miembro Fundador de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC - EP), organización considerada en 31 países como terrorista, entre ellos la Unión Europea y Estados Unidos.

Conocido comúnmente por su apodo de Tirofijo, apodo que posiblemente proviene de la habilidad para acertar en el blanco al disparar con armas de fuego durante sus días de combatiente, ha sido considerado el guerrillero más veterano del mundo. Fundador del grupo guerrillero de las FARC mantuvo el liderazgo del mismo hasta su muerte.

Pedro Antonio Marín Marín, nació en Génova, municipio al sur del Departamento del Quindío, existe controversia sobre su fecha de nacimiento, si tuvo lugar en mayo de 1928 o de 1930. Era hijo de campesinos liberales que vivian en Ceilán (Valle). Su padre era Pedro Pablo Marín Quinceno quien afirmó alguna vez que su hijo había nacido el 12 de mayo de 1932 en Génova (Quindío) y su madre era Rosa Delia Marín. Sus hermanos eran Rosa Helena, Jesús Antonio, Obdulia y Rosa María.

Su abuelo, Ángel Marín, antioqueño y de tendencias liberales, le enseño el odio hacia el Partido Conservador. Marín cursó hasta quinto de primaria en la escuela debido a la pobreza de su familia. A los 13 años se fue de la casa.



La época de La Violencia

Marín trabajo como expendedor de carne, panadero, vendedor de dulces, constructor, tendero y comerciante. Como seguidor de liberales, Marín aparentemente habría participado en las revueltas del Bogotazo en 1948, luego de la muerte del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán. Se desató una ola de represión y de violencia política, dentro de la cual muchos campesinos liberales y de izquierda crearon milicias armadas para protegerse de las acciones de los elementos conservadores más violentos dentro de la clase de los terratenientes y del ejército, además de los simples bandidos oportunistas, por lo que llegaron a ser conocidos como "Los chusmeros". Estas milicias generalmente tuvieron un carácter local y restringido, pero también ejecutaron acciones más ofensivas según las circunstancias. Ambos bandos cometieron atrocidades durante esta fase del conflicto. Algunos de estos crímenes llegaron a tener nombres populares. "El corte corbata" por ejemplo, fue uno de los más conocidos, ya que consistía en un corte transversal en el cuello por el que extraían la lengua dejándola colgando, o "El corte Franela" que consistía en un corte alto del cuello.

Dependientes de y aliados en principio con el oficialismo liberal, muchas de estas agrupaciones se desmovilizaron parcialmente durante la amnistía decretada por el dictador Rojas Pinilla a inicios de los años 50s, pero varias de ellas habían roto gradualmente con la línea partidista y siguieron en armas dentro de sus propias zonas de influencia regional, cuando el país recobraba para entonces una relativa estabilidad política.


Frente Nacional

Al acercarse la época del Frente Nacional, éstas comunidades rurales armadas ya habían tomado un carácter más autónomo y de una tendencia ideológica más cercana al comunismo agrario [cita requerida], de ahí que desde la izquierda algunos las llamaran "zonas liberadas".

Aunque eran todavía mayormente defensivas, desde el gobierno se les consideró una amenaza al ser "repúblicas independientes" (como lo fue por ejemplo la República de Marquetalia ), donde no tenía influencia la autoridad y la legalidad centralista que se pretendía restaurar.


Presunta muerte en 1964

En 1964 el gobierno colombiano presumió que en los bombardeos de Marquetalia había muerto Marín y el resto de comandantes guerrilleros. Fue un rumor falso sobre su muerte acompañado de varios más algunas veces caído en combate, enfermo por heridas gangrenadas y hasta víctima de hormigas venenosas.


Fundación de las FARC

Se mantuvo una tensa paz en estas zonas entre 1958 y 1964, pero en ese último año se tomó la decisión de acabar definitivamente con esos reductos autónomos por la fuerza e imponer el dominio estatal, para la cual se montó una gran operación militar. Esta acción del ejército dispersó a los asentamientos y obligó entonces a Manuel Marulanda, hasta entonces uno de los líderes campesinos partícipes de estas milicias, y a una docena de hombres a internarse en las montañas.

Poco después, estos sobrevivientes se organizarían bajo la dirección de Marulanda y de miembros del Partido Comunista para crear una fuerza guerrillera FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) de un carácter definidamente revolucionario. A lo largo del desarrollo de la guerra en Colombia, se apartaría de la línea oficial de este Partido y se fortalecería hasta llegar a un número que hoy se estima en unos 15.000 efectivos.

Diferentes observadores externos han considerado a Manuel Marulanda como una figura "mediadora" entre el brazo político y el brazo militar de las FARC, inclinándose a favor de una u otra de las tendencias dentro de esa guerrilla según las circunstancias externas o internas lo ameriten.


Presunta muerte en 1970

En noviembre de 1970 el periódico El Espacio publicó una serie de crónicas donde se decía que Marín se había enfrentado a tropas del Ejército que le propinaron una herida mortal en el pecho. Este y otros tantos relatos perdieron toda credibilidad cuando Marulanda se tomó la foto con Víctor G. Ricardo en junio de 1998, y un mes más tarde, con el candidato presidencial Andrés Pastrana.


Presunta muerte en 1995

En 1995, una cadena radial informó que 'Manuel Marulanda' había muerto y que el fallecimiento lo había confirmado el miembro del secretariado de las Farc Iván Márquez a la misma emisora. Sin embargo, todo resultó falso.


Negociaciones de paz con Pastrana

Marín se reunió con el entonces candidato a la presidencia de Colombia, Andrés Pastrana y acordaron reunirse una vez este fuera presidente de Colombia para iniciar un proceso de paz.

En noviembre de 1998, las Farc y el Gobierno en reunión entre Marín y Pastrana acordaron una zona desmilitarizada en Caquetá.


Presunta muerte en 2004

En febrero de 2004 La periodista venezolana Patricia Lara afirmó en la revista Diners que a Marín lo aquejaba un cáncer de páncreas y no le restaban más de seis meses de vida. La afirmación nunca fue desmentida. Sin embargo, las autoridades encontraron en el computador de Raúl Reyes decenas de comunicaciones dirigidas y escritas por el comandante máximo, con lo que quedó claro que por lo menos hasta finales de 2007, ‘Tirofijo’ aún estaba vivo.


Muerte en 2008

El 24 de enero de 2008, el diario brasileño 'Correio Braziliense', en la que cita documentos atribuidos a la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abim), señaló que Marín tenia cáncer y había una disputa por liderazgo en las Farc.

El 24 de mayo de 2008 la revista colombiana Semana publicó una entrevista con el ministro de defensa de Colombia, Juan Manuel Santos en la que mencionó que los organismos de inteligencia de Colombia presumían que alias Tiro Fijo había muerto el 26 de marzo a las 6:30 pm, al parecer por causas naturales o por un paro cardíaco. Dicha información fue confirmada el 25 de mayo en un video que las Farc entregaron al canal Telesur.


Críticas

Marín fue criticado desde la izquierda legal en Colombia y en el exterior (tanto por parte de gobiernos, partidos políticos y organizaciones no gubernamentales), por buscar solucionar los problemas del país mediante el empleo de las armas, el secuestro, minas antipersona, carros bomba, narcotrafico, desplazamiento forzado y tortura entre otros actos, que hacen parte de la prosecución de una guerra que ha perjudicado a ambos bandos y a la población civil, dejando miles de muertos, heridos y desplazados. Un número reducido de organizaciones y personalidades nacionales y extranjeras se apartan de ésta línea de crítica generalizada y comparten en cierto sentido las acciones de las FARC porque se argumenta que esos serían los métodos necesarios ante la imposibilidad de recurrir a otros debido a la violencia y a la intolerancia del gobierno y de la dirigencia de la sociedad colombiana.

Al igual que los demás bandos en la contienda, la guerrilla que Marulanda dirigia ha cometido abusos contra otros combatientes y contra la población civil a lo largo de la guerra. Organizaciones no gubernamentales calculan que su responsabilidad correspondería a alrededor del 20 por ciento (de 15 a 25 según los diferentes momentos) de los asesinatos políticos anuales en el conflicto. A las FARC también se las considera responsables de un alto número de secuestros, de reclutamientos de menores, de la colocación de minas antipersonales y de actos de terrorismo. Las FARC están en la lista de organizaciones consideradas como terroristas por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y en su equivalente dentro de la Unión Europea. Las Naciones Unidas han condenado varias de sus acciones como crímenes de guerra.

Por todos estos hechos, en el 2001 Human Rights Watch le solicitó a Manuel Marulanda que tomase decisiones para corregir los abusos de sus hombres, pero el Comandante de las FARC no ha respondido directamente a dichas comunicaciones. Human Rights Watch considera que sus críticas fueron ignoradas o desviadas por la comandancia de la organización guerrillera: "El Comandante Marulanda no ha respondido ni a una sola de las preocupaciones que planteamos. En lugar de tomarse en serio nuestras críticas, ha emitido una arenga que desvía la atención de los problemas reales".

Otros voceros de las FARC han respondido que consideran que dichas organizaciones no los estarían juzgando correctamente y que la guerrilla como tal no estaría sujeta a la ley humanitaria internacional que uno de sus comandantes consideró como "un concepto burgués". Ante dicha respuesta, los críticos de las FARC en el área de los derechos humanos han contestado que la ley humanitaria internacional sí afecta legalmente a esa guerrilla y más aún si ésta se considera parte beligerante en el conflicto.



Otra información:

"Tirofijo": el más viejo del mundo

Un personaje de cuentos de amor y de horror.

En una reciente pintura de Fernando Botero, el artista más famoso de Colombia, el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, "Tirofijo", aparece rodeado de enormes árboles, en traje y sombrero de faena, botas de caucho hasta media pierna, empuñando un fusil moderno y con la habitual toalla en el hombro.

Que un retrato del guerrillero más viejo del mundo, aún alzado en armas, forme parte de la obra de quien sea quizás el artista que se ha mantenido más al margen de la violenta realidad del país, parece confirmar lo que ya ha probado la realidad: "Tirofijo" es una de las figuras más importantes de la historia contemporánea colombiana.

"Tirofijo" es el apodo de Manuel Marulanda Vélez, que es el alias de Pedro Antonio Marín, un campesino que nació en Genoveva, Quindío, el 12 de mayo de 1930.

El apodo se lo ganó porque -según dicen- "donde pone el ojo, pone la bala".

El alias lo adoptó en homenaje a un luchador comunista que murió en Medellín en 1951.

De cómo llegó a tener el título de máximo dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia es más complicado: una historia entretejida con mitos y leyendas, heroicas y diabólicas, como tiene que ser -cuando se trata de una figura política y militar.

Del campo a la autodefensa

Esa historia, al parecer -porque, naturalmente, mucho es "al parecer"- empieza poco después del 9 de abril de 1948, cuando quien era un leñador de filiación liberal, tuvo que hacer por primera vez lo que luego se convertiría en una constante de su vida: empuñar un arma y huir de la policía.

En esa primera ocasión, el gobierno conservador perseguía a quienes calificaba de "abrileros" -liberales que se levantaron tras el asesinato de Gaitán.

La violenta lucha entre conservadores y liberales llevó a quien todavía se llamaba Marín a organizar grupos de autodefensa.

Marín dejó de existir y nació "Tirofijo" y tanto él como la zona donde vivía, Marquetalia, tomaron dimensiones de leyenda en la imaginería popular.
Las FARC no se quedan quietas.

En 1964, cuando el campesino liberal ya se había convertido en comunista y líder, el gobierno de Guillermo León Valencia lanzó la Operación Marquetalia -una compleja movilización militar en dos etapas en la que el Batallón Colombia que arrasó el bastión revolucionario pero que, irónicamente, le dio la largada a la lucha guerrillera colombiana actual.

De la autodefensa a la lucha armada

Manuel Marulanda Vélez, como ya se llamaba, y sus compañeros, escaparon con vida.

La experiencia puso en evidencia la conveniencia de convertir las autodefensas campesinas en guerrillas móviles, de manera que los ataques planeados serían más difíciles para el ejército y más fáciles para ellas.

Así nacieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), proclamadas en 1966.

Marulanda fue uno de los 350 guerrilleros que asistieron al primer cónclave. Años después, tras la muerte de Jacobo Arenas, se encuentra al frente de una de las guerrillas más antiguas del mundo, que hoy en día cuenta, al parecer, con unos 20.000 miembros.

Se cierra el círculo

Las FARC han sido descritas como un mero reducto de delincuentes comunes, secuestradores, extorsionistas, asaltantes salvajes de pueblos desprotegidos, narcocultivadores o narcotraficantes.

Otros las consideran como los defensores de los eternos excluidos políticos.
Los fantasmas del pasado.

Pero pocos niegan que en la actualidad son una pieza clave para la solución de los tantos problemas del conflictivo país.

Ahora Marulanda se sienta a hablar con el presidente Andrés Pastrana, representante máximo de ese mismo partido que hace unas cinco décadas envió a las fuerzas del orden a capturar a la familia Marín por liberales, parte de una de esas familias conservadoras de ultranza, e hijo de Misael Pastrana, uno de los presidentes que gobernó con la sombra de "Tirofijo".

0 comentarios: