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viernes, 2 de mayo de 2008
"Temí terminar con un tiro en la cabeza" - 02/05/2008


LA DESAPARICION POR UN DIA DE UN MILITANTE DE DERECHOS HUMANOS DE ZARATE

Puthod describió su secuestro: "Temí terminar con un tiro en la cabeza"
Acusó del hecho a "mano de obra desocupada" y lo vinculó a su militancia.

Treinta y dos años después de haber sido secuestrado y torturado en cárceles clandestinas de la dictadura, Juan Evaristo Puthod volvió a sufrir el terror. Un grupo de tareas lo encapuchó, lo secuestró y lo golpeó, según sospechan los investigadores, en represalia por su testimonio en causas por delitos de lesa humanidad. Aquella vez lo privaron de la libertad durante cuatro meses y los tormentos le provocaron la ceguera de un ojo. Esta vez estuvo 28 horas, pero pensó que ya no iba a poder contarlo: "Temí que todo terminara con un tiro en la cabeza", dijo, con la voz y el cuerpo temblorosos.

El relato de Puthod, 50 años, cuatro hijos, activo militante en organizaciones de derechos humanos y presidente de la Casa de la Memoria de Zárate, preso en la dictadura durante seis años, apuntó a contar el mensaje que le dieron los secuestradores. Dijo que fue obra "de los famosos grupos de la mano de obra desocupada" y que lo amenazaron con estas palabras: "No entendiste los mensajes que te dejamos en el teléfono. Vos morís o vivís cuando queremos. Tu vida sigue en nuestras manos. ¿Por qué seguís con ese monumento?"

La víctima, que desapareció el martes a las 18.50, cerca de la Casa de la Memoria (ver Los perros...), está abocado a organizar el acto del 16 de este mes en el que se inaugurará un monumento a dos ex compañeros peronistas montoneros, Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi, asesinados por un comando policial en 1983. Estas muertes involucran, entre otros, al ex subcomisario Luis Patti, detenido con prisión preventiva, acusado de delitos de lesa humanidad.

"Yo lo que quiero destacar o hacer entender son las palabras de mis secuestradores que para mí fueron claves: 'Flaco, vos no entendiste que la vida de ustedes las tenemos en nuestras manos'", puntualizó Puthod.

En la desordenada conferencia de prensa que brindó en Zárate, de menos de seis minutos, no se pudieron aclarar todos los interrogantes del caso. "Vamos, vamos", le decían sus amigos mientras respondía. "Basta, Juan, basta, Juan", se oía insistentemente. Uno de esos amigos le dijo a Clarín que lo interrumpieron para "preservar su salud". Cuando dejó de hablar, Puthod fue revisado por un médico porque se descompuso y le bajó la presión.

"Hay cosas que no voy a hablar", confió en un tramo de la conferencia. Con palabras casi calcadas, lo mismo había afirmado en una entrevista con Clarín el albañil y militante kirchnerista Luis Gerez, que vivió un hecho similar el año pasado.

El dirigente de Zárate no dudó en comparar el hecho del martes con el que atravesó cuando sólo tenía 17 años. "Me metieron en un auto, me apuntaron con una pistola y fui conducido a no sé dónde. Después me encapucharon, me pegaron y me quisieron matar. Reviví lo que había vivido hace 32 años", dijo. Puthod indicó que, cuando lo subieron al coche, no pudo ver la cara de los captores porque lo tomaron del lado izquierdo. De ese lado no puede ver porque perdió el ojo en las torturas del primer secuestro.



(fuente)

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