Grave denuncia contra el Estado Uruguayo, por infracción a las normas ambientales

domingo, 6 de julio de 2008
“El derecho ambiental es custodio de la vida” - 06/07/2008


Enrique Viana

Tiene 46 años, nació en Montevideo pero vivió en Fray Bentos donde fue abanderado y dejó muchos amigos. Se graduó en 1985, trabajó en una industria textil y desde 1991 es uno de los 14 Fiscales Nacionales de la República.

Desde esa función formuló una grave denuncia contra el Estado Uruguayo, por infracción a las normas ambientales. Su lucha es solitaria, pero su convicción, empeño y conciencia republicana lo constituyen en un ejemplo de abnegación.
Llegó a nuestra ciudad invitado por “Fundavida” y ayer nos visitó en Radio Cero: esto es lo que nos dijo:


- ¿Usted está solo contra el mundo en el Uruguay?.

- En realidad, es la causa ambiental la que está sola. Yo como Fiscal actúo por deber, más que por derecho. Por virtud de normas constitucionales y legales de mi país tengo la obligación de actuar en defensa de la causa pública. Y la causa pública está comprendida -entre otras cosas- por la protección del medio ambiente. Eso tiene rango constitucional en mi país y por ello me obliga a actuar. Soy fiscal Letrado Nacional en lo Civil con competencia en Montevideo pero con alcance nacional. Somos 14 fiscales y el único que lo ha iniciado acciones de este tipo he sido yo. Entonces le estoy respondiendo de que sí: en ese aspecto estoy solo. Pero más que considerar mi situación personal creo que lo más grave no es que yo esté solo, sino que la propia causa ambiental se haya quedado sola y en desventaja.

- Lo primero que se tiende a decir es: “no pasa nada con Botnia no llegan los olores, no hay contaminación”…

- Si, porque las cuestiones ambientales no se manifiestan rápidamente en el tiempo. Son lentas, se agravan por acumulación y por ello el daño es a largo aliento. En el Uruguay tenemos un serio problema la contaminación por plomo. En Montevideo, barrios humildes se han visto afectados por una contaminación por plomo muy severa, que no es nueva. Arranca en 1996 y hoy todavía estamos padeciendo las consecuencias, con un grave daño en una franja muy sensible como es la población infantil. Esto se originó por

la utilización de naftas con plomo como aditivo. Eso provocaba que la atmósfera de la ciudad de Montevideo estuviera cargada con plomo y en proporciones importantes. Amén de eso, se desarrollaron enterraderos de escoria metálica en determinados barrios de Montevideo como “LaTeja” cercana a la planta de ANCAP. Además, existían recicladoras de baterías que también contenían materiales con plomo. Hubo una acumulación de fuentes que provocó que en esa zona que la plombhemia llegara a niveles muy altos en la población infantil. Con consecuencias muy serias para la salud, el crecimiento y su desarrollo intelectual, que son casi irreversibles.

- ¿Se logró frenar algo de todo ese impacto?

Yo inicié algunas acciones y tuve éxito por cuanto se logró que ANCAP dejara de producir nafta con plomo. Los otros temas todavía no se han solucionado.

- ¿Son muy fuertes los intereses en juego?

Yo creo que más que los intereses – que no siempre son identificables- el problema es que no estamos preparados frente a las cuestiones ambientales. Tenemos un Ministerio de Medio Ambiente, pero yo lo he dicho -y han enojado conmigo- que es un “ministerio de papel”. Porque no actúa realmente como un ministerio de protección ambiental.

- Ante problemas como el cambio climático las reacciones siempre son tardías; algún problema tenemos en relación con deuda ecológica…

Yo he ido adquiriendo cierta prevención con respecto a quienes dicen que hay que convertir a la naturaleza en una especie de “sujeto de derecho” como forma para defenderla. Eso puede llevarnos a olvidar nuestras realidades cotidianas y demorar la reacción frente a los problemas ambientales. Yo prefiero decir que el Derecho Ambiental guarda una estrecha relación con el Derecho a la Vida. Hay que centrar el tema del Derecho Ambiental en la defensa del Derecho a la Vida. Creo que no hay derecho que no haya sido establecido en función del hombre y el centro sigue siendo el hombre : creo que si transmitimos la idea de que el Derecho Ambiental, es una nueva versión del derecho a la vida quizás de esa manera podamos acortar los tiempos para esa reacción.

- ¿Usted cree que el Derecho está en deuda con el problema?

- Si. Pero más bien creo que en hemos estado recepcionando conceptos jurídicos traídos desde el exterior; ajenos a nosotros. Nos han venido con una parafearnalia detrás, como una serie de pajaritos de colores de dibujitos que nos han deslumbrado. Por ejemplo, tengo desconfianza de institutos como el que llamado “de desarrollo sustentable”, o el que llaman “de Ordenamiento Territorial”. Esos institutos son traídos debajo del brazo por los mismos que nos están trayendo la contaminación. ¿Usted confiaría en esa gente? La misma que nos trae el veneno, nos trae en la otra mano el antídoto. Habría que responderles “antes que traernos el antídoto, preferiríamos que no nos traigas el veneno”.

El derecho ambiental opera en parte como un freno. Es crudo decirlo, porque todos de algún modo contribuimos al desarrollo. Aunque sea como meros los consumidores. Pero el derecho ambiental es un freno, es un mecanismo que supone límites. Ahora, si el derecho ambiental son límites “negociables” o intercambiables, que tienen un precio y que se los puede cambiar como una moneda, ahí entonces el derecho ambiental pasa a ser otra cosa; porque un límite negociable, no es un límite

- ¿Que dice actualmente la gente de Fray Bentos?

No me guío tanto por la opinión de quienes siempre se opusieron a las pateras, sino por la de algunos amigos fraybentinos que considero mas objetiva. Y la desazón que hoy uno siente en mucha gente, ha sido la preveíamos que iba a ocurrir. Porque estos emprendimientos en la faz de construcción generan expectativas, pero al finalizar obras todo eso se cae.

Fray Bentos pese la importancia estratégica que tiene por su ubicación geográfica privilegiada, fue una ciudad muy abandonada en el tiempo, espacialmente por Montevideo: el nuestro es un país macrocefálico. Eso hizo que la gente de Fray Bentos sintiera la vieja nostalgia de lo que fue el frigorífico “Anglo” en el momento de mayor esplendor. Las generaciones han pasado y esa idea de haber sido importante y dejado de serlo, daba la oportunidad propicia para que un emprendimiento de estas características tuviera las puertas abiertas. Sin embargo, la comprobación que yo hago ahora es que en definitiva, el emplazamiento donde está ubicada Botnia, la hace un mundo aparte de lo que es la propia ciudad.

- Un enclave….

En realidad la definición es “zona franca”, que ha conseguido como gran beneficio Botnia. Es la de un enclave aislado. La definición legal el en Uruguay. Yo creo más allá de la importancia que tiene una zona franca que supone la máxima exoneración impositiva que puede tener emprendimiento en el Uruguay supone también ese aislamiento. Yo dicho “bueno, eso es territorio finlandés en el Uruguay”. Hay que entenderlo y comprenderlo de esa manera. Yo he trabajado en la industria en Paysandú y conozco la realidad social dentro de una empresa tal. El que trabaja en una industria se aísla absolutamente del mundo exterior. Quizás hecho de que el puente no esté funcionando también hace que ese aislamiento aumente. Porque el pasar por el lugar y ver con sus propios ojos a la chimenea humeando como está, es muy significativo y vale mucho más de lo que alguien pueda decir a través de un micrófono o de un diario...

- ¿Usted que cree que sería importante que F. Bentos y Gchu retomaran entre el contacto que hubo en otra época?.

Yo creo que si. Es importante la diferencia de tamaño: Gualeguaychú con casi 100.000 habitantes y F. Bentos con 18.000. Quizás se disminuya esa diferencia, si se retoma ese contacto. Creo que el contacto sirve para darle la oportunidad a la gente a ver otras formas de pensar. Pero si dejamos una ciudad pequeña, aislada y sin contacto con el mundo exterior no estamos ayudando a que esa ciudad reaccione o vea las cosas de otra manera.

- ¿Cómo ha procesado el resto del Uruguay este conflicto?¿ hay un sentimiento anti-argentino?

-No. Eso varía según los titulares de los diarios. Cuando los titulares de los diarios bombardean con algunas ideas, nacen los sentimientos de rencor y hasta un rencor deportivo decir en muchos casos. Tiene hasta ese valor mínimo, digamos. Las dificultades mayores radican en que Uruguay, es un país que tiene más de la mitad de la población en Montevideo. El montevideano no conoce el interior de su propio país. Es decir, mira con cierto desdén lo que sucede en el interior del país, salvo Colonia o Punta del Este. No tenemos mucha población rural, la mayor parte de la población del interior está concentrada en las pequeñas ciudades. Entonces la concepción nuestra de lo que puede significar un emprendimiento industrial sí ubicado en una zona hermosa como es la zona del río Uruguay pasa desapercibida para el montevideano común. En cambio, si en Montevideo se hubiera puesta una planta de celulosa, la reacción hubiera sido distinta: el daño estaría más cerca.

- El Uruguay tiene firmado el Tratado del Río de la Plata en 1975 y otro con Finlandia ratificado ambos por el parlamento. Sin embargo el segundo parece generar más ataduras que el primero…

Cuando yo redacté la demanda el 13 de septiembre del 2005, flotó en mi cabeza esa idea sobre la distinta actitud que se ha tenido frente a los dos convenios Eso es importante porque incluso refleja el distinto grado de buena fe con respecto a esos acuerdos. El Tratado del Río Uruguay es de una gran importancia y adelantado en el tiempo en cuanto a una serie de previsiones. Tanto es así, que ya en 1975 estábamos hablando de previsiones referidas a la contaminación del río, lo que en esa época era novedoso. Sin embargo ese Tratado del Río Uruguay parece no tener el vigor y la fuerza que sí tiene el acuerdo con un país tan lejano Finlandia. Yo no voy a entrar en valoraciones sobre cuáles son los motivos para esas distintas ponderaciones de dos acuerdos. Pero indudablemente el hecho es así.

- ¿Hay un doble estándar?

Lo hay. Yo siempre digo que Europa, si bien por un lado incentiva el tema de la globalización y obviamente parece ser un tema no fácilmente frenable. Sin embargo, ese mecanismo de globalización, supone una situación de doble estándar. Cuando aquí se dice: “estamos cumpliendo las mismas exigencias que cumplimos en Europa”, a lo primero que yo invitaría, sería a comparar las legislaciones y a comparar los cumplimientos de legislación entre los dos países y después vería si se puede hacer esa afirmación.

- Después de 3 años de su demanda para ser atendido ahora por el Juez Contarini en una audiencia el 30 de Julio.

- Si. Esa audiencia va a servir para recién marcar el diligenciamiento de la prueba. Y veremos allí que resulta del mismo Hasta ahora los elementos que han sido aportados han sido escasos. Y ese ha sido justamente el motivo que desencadenó en su momento la presentación de la demanda: el no suministro de la información. Ahora la situación del control o no control yo lo planteé hace 3 años en estos términos el Uruguay no tiene capacidad de control ambiental. No la tiene; no sólo para este emprendimiento, sino para otros de menor porte y consecuencias. Ni aún para paliar las consecuencias de la contaminación con plomo que les refería. No tiene esa capacidad. A eso se suma otro aspecto: yo sostuve que no había una capacidad física, con infraestructura de profesionales, de conocimiento, de herramientas, de instrumentos técnicos para hacer el control. Pero también tiene su costo. Incluso a mí se me contestó del Ministerio de Medio Ambiente: “pero ¿que quiere eso? tampoco lo tiene Argentina y Brasil”. Y yo les digo: “bueno, justamente ahí está la razón”. Tampoco hay “capacidad jurídica” para el control. Porque si quién tiene que hacer la policía ambiental, es el mismo que está incentivando a la instalación de la industria ¿en qué aspecto nosotros podemos llegar a confiar en ese supuesto tercero? Se convierte en juez y parte, confunde los roles. Yo he criticado la actuación del Ministerio de Medio Ambiente, porque más que un Ministerio de Protección del Medio Ambiente –como uno lo debiera concebir- es un Ministerio dedicado incentivar radicaciones... es como un “Ministerio de inversiones”.

- ¿Hay socios del poder económico en Uruguay o en Argentina que facilitan el desembarco aquí?

Prefiero no hacer imputaciones directas. Si creo en la idea de a veces se mezclan intereses públicos con intereses privados. Lo cual inevitablemente lleva a la pérdida de razón de ser de los intereses públicos. Cuando los intereses públicos se mezclan con los privados, triunfan los privados. Eso hace un poco al concepto de “República”. Que en definitiva es eso : res- pública: cosa pública . Se empieza a negociar con la cosa pública o a ceder con ella y hasta se me ha dicho que en definitiva yo no entiendo bien el Derecho Ambiental porque éste es un “Derecho de negociación”. Yo no lo reconozco como tal. Y menos, bajo el concepto de que tiene nuestra Constitución, de que la protección del Medio Ambiente es de interés general.

- Después de su denuncia ha recibido algunas presiones, ha tenido incomodidades amenazas, molestias, mensajes, aprietas.

No. Aunque tengo que reconocer que obviamente, la gestión de cualquier fiscal siempre está sometidas a esos vaivenes. Es parte del ejercicio de la función. Y uno tiene que de alguna manera comprenderlo como aquello de que “ladran Sancho”. Obviamente que ha habido pedidos de informes y solicitudes de aclaración de algunas cosas que yo he dicho. Pero las he contestado puntualmente y no ha habido mayores consecuencias. Aunque siempre he tenido en cuenta la posibilidad de que en algún momento yo deje de ser fiscal civil y pase a ser fiscal aduanero, en materia de menores. Lo cuál no me molestaría porque me siento con capacidad para trabajar en esas materias.

- ¿Cuál es en concreto el cometido de su demanda?

La instalación de una industria de estas características considerada a nivel europeo como una de las cinco con mayores problemas de contaminación son incompatibles con el estatuto jurídico de Derecho Ambiental que tiene el Uruguay para marcarle solamente dos aspectos. El Uruguay tiene por un lado, una normativa legal que lo autodefine como “país natural”. Eso supone a mi juicio –interpretación que podrá ser opinable- que ante la duda, frente a un emprendimiento industrial con potencialidad contaminante, el país jurídicamente debe inclinarse por la preservación. El país natural entonces debe rechazar un emprendimiento de esas características.

Otro aspecto está referido a la Constitución uruguaya, que tuvo dos modificaciones (ratificadas por plebiscito) que incorporaron normas de derecho ambiental. La primera, de 1997, estableció que protección del ambiente es de interés general y un deber de abstención de causar daños al medio ambiente. Pero además, está la protección del agua, también con rango constitucional. Por ello son materias no negociables.

Por tal razón, yo hablé de a incompatibilidad del Derecho uruguayo con una industria como de estas características. Las otras líneas argumentales refieren a que el Uruguay no hizo una evaluación conforme al principio de prevención; no hizo una evaluación de impacto del emprendimiento de Botnia.

- ¿Cuál sería el efecto en caso de que la demanda sea acogida o rechazada? ¿Si la resolución que eventualmente pudiera tomar la justicia uruguaya impediría o no la continuidad de Botnia?.

-Bueno, el propósito de la demanda es ese. Es lograr el cese del funcionamiento de la industria. En su origen era la no instalación: hoy el no funcionamiento de la misma. Ese es el “desideratum” que persigue la demanda. Porque lamentablemente, los fenómenos de contaminación son a largo aliento, no son inmediatos. Si alguien ingenuamente, pensó que el día que Botnia levantar el switch y empezara a funcionar, ahí ya se iba a ver la contaminación en colores, estaba muy equivocado. Nosotros tenemos experiencia; yo les explicaba el tema de la contaminación con plomo. Esa es una contaminación que viene desde 30 años atrás en el Uruguay.

- ¿Porqué Tabaré cambió de idea respecto de lo que decía durante su campaña?

Él ha explicado que su cambio de visión se debe a la lectura de un informe Noruego. Pero éste no se había difundido. Finalmente pude acceder a ese informe y contiene conceptos muy importantes que relativizan lo anterior y que el Presidente no ha parece haber tenido en cuenta: Primero: que debe tenerse en cuenta el tamaño de estas plantas, segundo: que debe diferenciarse si vuelca los efluentes a un mar o aun río y tercero: si ese río es limítrofe y hay intereses legítimos del país vecino.


(fuente)

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