Decididamente pro-Botnia ! - Las manipulaciones son evidentes !

martes, 16 de junio de 2009
Mejor preocupate por informarte en buenas fuentes ! - 16/06/2009


Paseando por Internet, me encontré con este post de este sujeto Sabini Fernández - rafaelsabini@elabastoweb.com.ar - que dice ser periodista y bla, bla, bla...

No atina a ponerse de acuerdo ni consigo mismo.

Dice que no está de acuerdo con las pasteras : "Uruguayos que consideran –equivocadamente, a mi modo de ver– que las pasteras son buenas para el país"... pero está contra la lucha de la ACAG y/o cualquier medioambientalista o simpatizante a esta causa noble y solidaria.

Al contrario, ayuda y colabora a desvirtuar una solidaria lucha, citando un hecho que no fue como este individuo lo manipula, tergiversando la realidad, y se ve claramente en el video que acompaño.

Este comentarista pretende demostrar que Jorge Fritzler, el asambleísta que no se anima a nombrar, fue el que agredió a este diputado del Frente Amplio, sector MPP, Juan José Dominguez que tiene su sitio en el portal depolitica.com.uy. Portal reaccionario y manipulador si los hay ! Un total "pro-Botnia "!

Tal es la mala intención de Sabini Fernández, que la agresión de este "diputaducho" uruguayo, se produjo en COLÓN y no en Gualeguaychú, la que está a unos 150 km. de distancia ! Por lo tanto no es la ACAG, sino la ACAC, Asamblea Ciudadana de Colón.

Les pido que lean primero las frases panfletarias del "comentarista" y luego comparen con la realidad y verdad del suceso. Vean quién "patoteó" y agredió a los asambleístas, ATACÁNDOLO "POR LA ESPALDA", es decir: sin el previo aviso que debe dar cualquier varón con los "cojones bien puestos" a su adversario.

Y que den gracias que le salvaron el pellejo a este traicionero y cobarde diputado, que ataca por la espalda sin avisar.

Sin embargo en su canal en Youtube llamado "depoliticauruguay", éste se muestra amable y cordial, una vieja y conocida actitud de mucho de los defensores de Botnia, sobre todo en su video "Diputado de Uruguay Juan José Dominguez presenta su sitio" - http://www.youtube.com/watch?v=wAHVbRu3Ezg

La nota:


"ACAG: hablemos por una vez de medios y no de fines"

La Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú (ACAG) insiste con su doble política; restringir el paso en el puente sin medias tintas e informar amigablemente a los “señores turistas” en el puerto de Buenos Aires.

Allá en Gualeguaychú hacerse fuertes y prohibir el paso. Aquí, conscientes de los límites de sus fuerzas, exhortar a “reflexionar” sobre el tema, mediante un volante gentilmente tendido a los ocupantes de autos.

La voluntad de reflexionar sobre el tema los ha llevado incluso a procurar hacerlo en la Plaza Independencia, de Montevideo, de donde “inexplicablemente” según ellos, fueron despedidos con gritos y malos modos. Ni se les ocurrió asociar que la reacción montevideana tenía que ver con un bloqueo que lleva más de un año a todo vehículo común y silvestre que quiera cruzar de Argentina a Uruguay o de Uruguay a Argentina, por las razones más diversas, desde visitas familiares hasta amores, negocios u otros proyectos.

Últimamente aclaran que dejan pasar a todos los que necesitan cuidados médicos (del otro lado de la frontera, precisamente, por cobertura médica u otro motivo). Hasta ahora, lo único que habíamos podido captar era el paso franqueado a periodistas afines y el bloqueo a turistas “vulgares”, quienes precisamente se indignaban por esa misma discriminación.
La ACAG entonces, bloquea el paso en el puente, pero ha levantado su propio bloqueo para entrar el Uruguay, a Fray Bentos, por ejemplo y manifestarse allí.

Fueron precisamente tales levantamientos del bloqueo los que llevaron al gobierno uruguayo a impedir el paso en tales casos.

En resumen, los ambientalistas de Gualeguaychú entienden imperioso explicar sus razones no sólo en Gualeguaychú, ciertamente sino también en Uruguay, por ejemplo.

Suponemos en pura lógica que eso mismo le pasa a quienes opinan de modo muy distinto. Uruguayos que consideran –equivocadamente, a mi modo de ver– que las pasteras son buenas para el país (y controlables para el ambiente, como sostienen las autoridades uruguayas y finlandesas).

Uno de tales, un legislador de apellido Domínguez, caminó atravesando el puente y acercándose a los asambleístas ciudadanos y ambientales. Valido de su condición de legislador fue rápidamente abordado por periodistas y dio así su opinión. Crítica de la ACAG. Cuando termina la entrevista, ya al lado de los bloqueadores, con cancha profesional, le tendió la mano a un referente de la ACAG, “—¿Qué tal?, ¿Cómo le va?”. El gesto envolvente. La reacción del asambleario no se hizo esperar; le negó la mano y agregó: “—mirá hermano, con la gente que viene como vos, mal, porque empezaste mal, usás las cámaras nuestras para mentirle a la gente, si vos sos diputado jugá con la verdad”.

Inmediatamente se suscitó una escaramuza, con empujones y cachetazos.

¿Qué nos deja esta minianécdota? Que los medios argentinos no pueden escuchar mentiras. Que sólo tienen que escuchar la verdad… es decir la versión de la ACAG. No pueden venir objetores a expresarse mediante radios y diarios locales… sin embargo, ellos han procurado usar todo lo posible la resonancia mediática en Uruguay, por ejemplo.

El tema de fondo, el empleo de territorios como el uruguayo para uso y abuso de las transnacionales, los temas de contaminación ambiental que el primer mundo procura echar cada vez más sobre el tercero, la importancia de un reclamo de los vecinos entrerrianos; el otorgamiento de “licencia social”, algo que cada vez se exige más por parte de poblaciones primermundianas, son temas que nos podrían acercar a los que luchamos contra el capital y a favor del planeta y los seres vivos que sustenta. Claro que en ese caso, hacer pasar todo el problema por una (o dos) pasteras nos podría hacer perder el rumbo: en Argentina sin ir más lejos, la soja está produciendo un efecto parecido al de los monocultivos forestales en Uruguay. Y no hemos escuchado a sojeros, celosos defensores del Ñandubalsay, decir una palabra sobre tales contaminaciones.

De todos modos, en las cuestiones de fondo, podemos navegar medio cerca, sin chocarnos. Pero los métodos de la ACAG son de una ceguera, una arrogancia, un autismo, francamente preocupantes. Es como si quisieran controlar totalmente lo que pueda decirse. Al menos en su ciudad…

Se dice que Calvino estaba muy orgulloso de su control espiritual sobre Ginebra allá por el 1500; 23 000 almas que se movían al ritmo de su batuta. Comentaba que quería conocer hasta cuando sus conciudadanos (¿o súbditos?) se lavaban las manos…

Ojo con las verdades demasiado absolutas que nos iluminan tanto que pueden enceguecernos.

Luis E. Sabini Fernández *

* Periodista, colaborador de El Abasto. Editor de Futuros. Coordinador del seminario de Ecología y DD.HH. de la Cátedra Libre de Derechos Humanos, Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

Buenos Aires, 21 de enero de 2008
(fuente)


Esta es la verdad de lo que sucedió en territorio argentino con la deliberada provocación de un funcionario del gobierno del Uruguay bajo la ineficiente administración de Tabaré Vázquez, aún contando con ayuda de nuestro cipayismo local.



Este individuo deberá aprender a escribir con la verdad ya que la mentira "tiene patas cortas".

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