El fibrón de Guru informa !

lunes, 30 de marzo de 2009
Guru contra ataca ! - 30/03/2009


Otro de los mails que acostumbra enviar Guru con información sobre pasteras, Botnia y relacionados.
El "resaltador" responde !


Plantaciones, pobreza y poder. El papel de Europa en la expansión de la industria celulosa en el Sur
Escrito por Chris Lang   
28-03-2009
Para las personas que viven en las zonas donde se establecieron las plantaciones, la realidad es que éstas han destruido sus medios de vida y secado arroyos y ríos. Los pocos empleos creados son peligrosos, mal pagos y a menudo zafrales. Las plantas de celulosa se encuentran entre las industrias con procesos industriales más contaminantes. Los fondos para el desarrollo deberían dejar de usarse para facilitar la expansión de la industria mundial de la celulosa y de las plantaciones industriales de árboles asociadas.
Antes del actual colapso económico mundial, la industria de la celulosa tenía ambiciosos planes de expansión. Si bien se estaban cerrando fábricas en el Norte, la industria se expandía drásticamente en el Sur, donde debía generarse una capacidad adicional de cinco millones de toneladas anuales durante los próximos cinco años. Se establecieron vastas zonas de monocultivos de árboles para proveer de materia prima a nuevas fábricas gigantescas, sobre todo en Latinoamérica, el Sudeste Asiático y Sudáfrica.
Sin embargo, hoy en día los analistas de la industria están hablando de sobreproducción y se refieren a ella como un “muro de celulosa”. Entre setiembre y diciembre de 2008, la producción mundial de celulosa se redujo en más de 2 millones de toneladas. El golpe más duro lo sufrió el Sudeste Asiático, donde Asia Pulp and Paper y APRIL disminuyeron su producción de celulosa en un total de 580.000 toneladas. En Brasil, Aracruz está tratando desesperadamente de ahorrar dinero luego de perder unos US$ 2.000 millones de inversiones en productos derivados, y ha desechado (al menos por el momento) su proyecto de construcción de una planta de celulosa con una capacidad productiva de 1,5 millones de toneladas anuales en Rio Grande do Sul.
Ni las plantas se construyen a sí mismas ni las plantaciones se establecen por sí solas. Una de las razones de los actuales problemas de la industria es un conflicto de intereses. Las empresas, instituciones y agencias de ayuda europeas tienen un papel importante en la promoción y el financiamiento de la expansión de la industria en el Sur. Promueven esta expansión no como una forma de “desarrollo” sino porque resulta beneficiosa para la industria europea.
Mi nuevo informe, “Plantaciones, pobreza y poder”, trata sobre el papel de las empresas e instituciones europeas en la promoción y la expansión de la industria del papel y la celulosa en el Sur. Responde a las mentiras que los defensores de las plantaciones repiten para justificar la expansión de las plantaciones industriales de árboles en el Sur: que las plantaciones generan empleo, quitan presión a los bosques, se establecen sólo en tierras degradadas, restauran los suelos, secuestran carbono y ayudan a satisfacer una “demanda mundial” de papel. La mayor mentira de todas es que las plantaciones son bosques.
Para las personas que viven en las zonas donde se establecieron las plantaciones, la realidad es que éstas han destruido sus medios de vida y secado arroyos y ríos. Los pocos empleos creados son peligrosos, mal pagos y a menudo zafrales. Las plantas de celulosa se encuentran entre las industrias con procesos industriales más contaminantes. Una de las razones por las que el Sur parece tan atractivo es que la reglamentación es menos estricta. Los árboles crecen más rápido en los trópicos, la mano de obra es más barata y los gobiernos proveen una serie de subsidios para estimular la expansión de la industria. Pero otra razón importante que la industria es más reacia a reconocer es que, en varios países, el área de plantaciones industriales se expandió rápidamente bajo brutales dictaduras militares, cuando la protesta contra los impactos de las plantaciones era extremadamente peligrosa o imposible. Entre los ejemplos figuran países como Sudáfrica, Chile, Brasil, Tailandia e Indonesia.
El informe examina en detalle cinco proyectos de celulosa: Veracel (Brasil), Sappi (Swazilandia), Advance Agro (Tailandia), Asia Pulp and Paper (Indonesia) y Botnia (Uruguay). Es poco probable que alguno de ellos hubiese seguido adelante sin la existencia de subsidios generosos. Los proyectos generaron una serie de contratos lucrativos para consultoras, empresas de maquinaria, empresas químicas y de ingeniería, europeas, nórdicas y norteamericanas. Todos ellos desembocaron en graves problemas para las comunidades locales.
Ese examen está seguido por la descripción de algunos actores europeos involucrados en la promoción, el diseño y la construcción de proyectos en el Sur. Pöyry es la mayor empresa consultora en temas forestales del mundo y ha facilitado (y sacado provecho de) la expansión de la industria de la celulosa en muchos países, tanto en el Norte como en el Sur. La Confederación de Industrias Papeleras Europeas apoya a la industria del papel y la celulosa sin importar sus impactos sobre las personas y los bosques. El Banco Asiático de Desarrollo, la Corporación Financiera Internacional y el Banco Europeo de Inversiones son ejemplos de agencias de ayuda multilaterales que dan su apoyo a la industria de la celulosa. Cada una de estas agencias de ayuda tiene estándares diferentes que se supone deben aplicar a proyectos potencialmente destructivos como las plantaciones industriales de árboles y la industria de la celulosa. En todos los casos, dichos parámetros (y la forma en que son aplicados) son inadecuados para evitar los impactos sobre las comunidades locales y el medio ambiente.
El informe considera en detalle dos conjuntos de parámetros voluntarios: las directrices de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre los “bosques plantados”, y el sistema de certificación del Consejo de Administración Forestal (FSC). Ambas organizaciones apoyan a la industria de la celulosa y la expansión de las plantaciones industriales de árboles. Al definir las plantaciones como bosques, la FAO ayuda a crear la ilusión de que las plantaciones no son destructivas sino, simplemente, otra clase de bosque. El FSC apoya a la industria de la celulosa al certificar la buena gestión de las plantaciones industriales de árboles y, al hacerlo, no se ocupa siquiera de los impactos más atroces que éstas suelen tener.
El informe concluye sugiriendo una forma alternativa para el desarrollo de la industria de la celulosa, que consiste en proveer el papel necesario para satisfacer la demanda local por medio de plantas de celulosa y papel de pequeña escala, que utilicen materias primas locales. El papel podría y debería producirse sin destruir los bosques, las praderas y los medios de vida de la gente. Un primer paso hacia una industria del papel y la celulosa menos destructiva sería eliminar los subsidios que ayudan a mantener la situación actual. Los fondos para el desarrollo deberían dejar de usarse para facilitar la expansión de la industria mundial de la celulosa y de las plantaciones industriales de árboles asociadas.
Chris Lang, http://chrislang.org
WRM Movimiento Mundial por los Bosques - http://www.wrm.org.uy

Mas info:

EN INGLES !
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Agua igual a vida
Escrito por Ana Muñoz Álvarez   
29-03-2009
El planeta tiene agua para abastecer a la población mundial y evitar más de dos millones de muertes cada año. Se necesitan voluntad política para una mejor distribución y un consumo responsable. Quince litros de agua es lo mínimo que una persona necesita al día, según Naciones Unidas. Cada español consume cerca de 300 litros y, en Estados Unidos, 400. Mientras tanto, una persona que vive en un país empobrecido no llega a los diez litros diarios.
El acceso al agua potable es un derecho fundamental de las personas y un elemento esencial para la vida. Naciones Unidas explica que hay más de 260 cuencas y lagos transfronterizos en el mundo que se extienden a través del territorio de 145 países, y cubren la mitad de la superficie terrestre del planeta. Además, están los grandes depósitos de agua subterránea. Así, hay suficiente agua dulce para satisfacer las necesidades humanas. La población mundial sólo depende de una centésima parte del 1% del agua del mundo. El problema está en una distribución poco equitativa y en la amenaza de la contaminación.
En la actualidad, más de 1.100 millones de personas no tienen acceso al agua potable y 2.600 millones no disponen de sistemas de saneamiento adecuados. Además, cada año mueren cerca de dos millones y medio de personas, la mayoría niños, por enfermedades relacionadas con las malas condiciones del agua y la mitad de las camas de los hospitales de todo el mundo están ocupadas por personas que padecen enfermedades transmitidas por el agua, según Naciones Unidas.
Con medidas tan sencillas como enseñar la importancia de lavarse las manos, se podrían reducir hasta en un 45% los casos de diarrea en el mundo. La OMS ha estimado en 700 millones de dólares anuales las posibles ganancias de productividad derivadas de una reducción de la diarrea si, para 2015, se redujera a la mitad la proporción de personas sin acceso al agua potable y el saneamiento.
En los países del Norte, el panorama es muy distinto. La hierba de un campo de golf necesita, para estar en buen estado, el equivalente al agua que consumen 20.000 personas cada día. Para obtener un litro de gasolina, se necesitan 10 litros de agua y para producir 900 kilos de papel son necesarios casi 300.000 litros. El consumo del agua se ha multiplicado por seis en los últimos cien años y las últimas proyecciones revelan que para el año 2025 se necesitará un 20% más de agua si el consumo sigue creciendo al mismo ritmo.
Al aumento del consumo humano y agrícola hay que añadir la contaminación de las aguas como causa de su escasez en el futuro. Las organizaciones ecologistas y Naciones Unidas estiman que durante el siglo XX se han perdido la mitad de los humedales del mundo, bien por haber sido desecados para combatir enfermedades o por haber sido convertidos en suelo urbano o agrícola. Nuestra principal fuente de agua dulce renovable se ha perdido.
Cerrar el grifo cuando nos lavamos los dientes, cargar bien la lavadora y el lavavajillas, darse un ducha en vez de bañarse… son pequeños gestos que todos podemos hacer para no derrochar un bien del que depende la vida. Además, hay que exigir a nuestros gobiernos leyes más duras y estrictas con aquellos que contaminan ríos y lagos. Los ciudadanos debemos demandar que se cumplan los acuerdos internacionales contra la contaminación de las aguas. Los gobiernos y organismos internacionales tienen que buscar soluciones globales y de cooperación sobre los recursos hídricos para que en el agua no se convierta en un motivo de conflicto en el futuro. Analistas y organizaciones civiles advierten de que las guerras del futuro ya no se librarán por el territorio o los recursos energéticos, sino por el agua, fuente de vida.
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Uruguay. Territorio en subasta
Escrito por Georgina Rodríguez   
14-02-2009
Neocolonialismo: un tercio del territorio fértil de Uruguay ha ido a parar a manos extranjeras. Los nuevos dueños de la tierra tratan de controlar la totalidad de la cadena productiva. Traen un "paquete tecnológico", más depredador del ambiente que el utilizado en su país de origen, que aumenta la dependencia externa y provoca expulsión y desarraigo. No generan empleo permanente ni calificado.
Dos tercios del comercio internacional se desarrollan entre empresas trasnacionales, y la mitad se da en el seno de la misma empresa. Las transnacionales no están obligadas a reinvertir en el país donde se instalan, con lo cual atentan contra la humanidad y se desentienden de toda responsabilidad social.
"Las penas son de nosotros, las tierras son ajenas", puede decirse de la situación uruguaya parafraseando a don Atahualpa Yupanqui.
El último estudio realizado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca en febrero de 2008, indica que "desde el 1° de enero de 2000 al 31 de diciembre de 2007, un 30% de la superficie agropecuaria cambió de dueño: 5.081 millones de hectáreas correspondientes a 16 departamentos del país".

"La neocolonización consiste en la ocupación de los territorios para mantener una división internacional del trabajo que eterniza el histórico papel del continente como proveedor de materias primas o con poco valor agregado pero ahora regresando al saqueo directo posibilitado por la ocupación económica", sostienen los economistas Oscar Mañan y Ruben Elías, de la Red de Economistas de Izquierda de Uruguay (Rediu).
En este escenario se inscriben los Tratados de Libre Comercio promovidos por Estados Unidos como la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (Iirsa). "El plan Iirsa busca unir a países y sectores productivos para vehiculizar los flujos de comercio, las telecomunicaciones y la energía. Así se privilegia a los complejos y las cadenas productivas con grandes economías de escala y capacidad exportadora, mayoritariamente en manos extranjeras. Su objetivo esencial es la extracción -rápida y económica- de nuestros recursos naturales y la instalación de la llamada industria sucia", explican los especialistas.
Atentado a la soberanía territorial
La neocolonización no sólo se traduce en la extranjerización o arrendamiento del territorio nacional por parte de capitales internacionales, sino también por la apertura de Zonas Francas, territorios donde se instalan empresas exentas de impuestos y donde no rigen las leyes laborales del país. Tal es el caso de Botnia, la planta de celulosa finlandesa ubicada en la zona franca de Fray Bentos, que ha generado y continúa provocando incidentes con Argentina.
Ya no se trata de exportar materias primas e importar productos manufacturados como en los siglos pasados sino que ahora las empresas extranjeras se instalan en territorios latinoamericanos y, utilizando los recursos naturales de esos países, los transforman en manufactura que se comercializa interna y exteriormente. La extranjerización de la tierra ha provocado una acelerada desindustrialización: cada vez se exportan más manufacturas de origen agropecuario y productos primarios de escaso o nulo valor agregado.
"Dentro de 15 años el país será extranjero", sentencia el Movimiento en Defensa por la Tierra (Monadet), organización que actualmente recoge firmas para agregar a la Constitución un artículo que prohíba la venta de tierras a extranjeros.
La Red de Economistas de Izquierda demuestra que una gran proporción de los campos son comprados por extranjeros: argentinos, brasileños, europeos, estadounidenses y mexicanos. Algunos son grandes inversores individuales, otros son grupos empresariales regionales o internacionales. A su vez, grandes compañías forestales transnacionales son protagonistas del mercado de tierras como Botnia, Ence y Weyerhauser.
"La extranjerización es un atentado a la soberanía territorial", afirma el ingeniero Julio Arizaga, integrante del Movimiento por la Tierra. Arizaga agrega que miles de hectáreas fértiles, dedicadas hoy a la forestación, reducen la producción cerealera. Además, la fiebre de la soya acelera el monocultivo: el volumen de siembra soyera ya es igual al de la agricultura tradicional. Los agricultores abandonan los cultivos tradicionales para dedicarse a la soya, provocando una merma en el stock alimentario. Por otra parte, al aumentar la demanda de la tierra, no sólo aumentan los precios de la hectárea sino también el de los alimentos y los productos agrícolas.
Desnacionalización del comercio exterior
A la venta o arrendamiento de tierras a capitales extranjeros se suma la proliferación de Zonas Francas. En 1987, bajo la presidencia de Julio María Sanguinetti, se aprobó la Ley que rige esta forma de extraterritorialidad en favor de las inversiones privadas. Según la ley se establecieron áreas para "promover inversiones, expandir las exportaciones, incrementar la utilización de mano de obra nacional e incentivar la integración económica internacional".
La ley establece que los beneficiarios de las Zonas Francas "están exentos de todo tributo nacional, creado o a crearse, incluso de aquellos en que por ley se requiera exoneración específica respecto de las actividades que se desarrollen en la misma". Dos décadas después, la legislación sigue vigente: "El país sigue siendo exportador de productos primarios y el volumen de ventas no ha tenido un aumento considerable. Sí han crecido las exportaciones desde las Zonas Francas: desde allí se exporta al mundo", explica el Rediu.
En el primer semestre de 2008, la Zona Franca de Nueva Palmira ocupó el segundo puesto de las exportaciones nacionales. Este revelador dato demuestra que si no se termina con las Zonas Francas, las transnacionales monopolizarán el mercado exterior uruguayo.
Decálogo de las transnacionales
Así como las empresas transnacionales (ET) son el brazo del neocolonialismo, la inversión extranjera directa (IED) es la llave que abre las puertas para el usufructo de los recursos de un país. El Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República asegura que las empresas transnacionales controlan el 38% de las ventas de las mayores empresas del país: "Su participación en casi todos los sectores se ha incrementado, lo que genera la desnacionalización del comercio exterior".
En este contexto, Mañan y Elías elaboran un decálogo de los pasos seguidos por las empresas en el voraz saqueo de los recursos naturales.
Primero: tratan de controlar la totalidad de la cadena productiva, desde la tenencia de la tierra hasta llegar a la venta directa en las góndolas de los supermercados.
Segundo: las transnacionales traen un "paquete tecnológico", más depredador del ambiente que el utilizado en su país de origen. Este paquete aumenta la dependencia externa y provoca expulsión y desarraigo.
Tercero: no generan empleo permanente ni calificado.
Cuarto: la inversión extranjera directa no es positiva por sí misma (aspecto también reconocido por la Cepal), pues resulta muy difícil compatibilizar los objetivos de desarrollo nacional con los intereses de las empresas extranjeras.
Quinto: las transnacionales son parte de la arquitectura de la globalización liberal y en su conjunción con las oligarquías nacionales constituyen el poder político.
Sexto: estos emprendimientos se realizan luego de obtenidas las máximas garantías para sus inversiones (Tratados de Libre Comercio) y las facilidades otorgadas por el gobierno de turno (Zonas Francas, exoneraciones impositivas), en detrimento de la mayoría de la población y del saqueo de los recursos del país.
Séptimo: los conflictos de intereses no se resuelven en el marco nacional sino en esferas internacionales como la Convención Internacional de Acuerdos de Inversiones (Ciadi) que Uruguay firmó en 2000. Como consecuencia, se privatiza la justicia y se dota de impunidad a las transnacionales.
Octavo: dos tercios del comercio internacional se desarrollan entre empresas transnacionales, y la mitad se da en el seno de la misma empresa (es lo que se conoce como "comercio intrafirma").
Noveno: las transnacionales no están obligadas a reinvertir en el país donde se instalan.
Décimo: atentan contra la humanidad y se desentienden de toda responsabilidad social. Lideran el libre comercio y se oponen a cualquier regulación de sus actividades en el planeta.
Para estos estudiosos "el modelo actual, lejos de estar desarticulado de la economía doméstica, la mantiene de rehén. Las consecuencias son desigualdad y pobreza para la mayor parte de la sociedad".
La apropiación de la tierra se transforma en el eje para la dominación: quién tenga la tierra, determinará el uso de sus beneficios.
"La tierra para quien la trabaja"
"Exigimos definiciones en defensa de la soberanía y la puesta en marcha de una política de expropiación de tierras", expresaron los participantes del Primer Encuentro sobre Soberanía Alimentaria y Afincamiento Territorial realizado en la localidad de Bella Unión a principios de diciembre de 2008.

Del evento, organizado por el Sindicato de Obreros de la Caña de Azúcar y la Unión de Trabajadores Asalariados Artigas, participaron organizaciones sociales y sindicales de toda América Latina.

En las conclusiones y propuestas se destacaron los siguientes puntos: instalar una Asamblea Constituyente para que el movimiento popular proponga nuevas formas de representación institucional. Promover una política de expropiación de tierras.

Fortalecer, desde el Estado, el proyecto sucro-alcoholero de Bella Unión a través de la empresa Alur S.A. Definir la inserción del país sobre valores de cooperación, complementariedad y solidaridad entre los pueblos de América Latina y el Caribe y apoyar las luchas campesinas en Paraguay.

"La tierra para quien la trabaja" fue el principal lema del encuentro que concibió al trabajador cañero "como un habitante del medio rural donde lo que es zafral es el corte de la caña. Él y su familia deben conformar una unidad asentada, estable, de vida digna en el afincamiento y el desarrollo de las comunidades del campo".

* Revista América XXI
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Posted on 31 August 2006 by Chris Lang
Tens of thousands of people have protested against two planned pulp mills near Fray Bentos on the River Uruguay. A recent WRM report documents the social and environmental problems with the FSC-certified plantations which will provide raw material to the mills.

By Chris Lang. Published in Robin Wood Magazine, August 2006.


A major political dispute has broken out between Argentina and Uruguay about the proposed construction of two pulp mills in Uruguay. The pulp mills, planned to be located on the River Uruguay near Fray Bentos, have a combined production capacity of 1.5 million tons of pulp a year. With a total cost of US$1.8 billion, they would be Uruguay’s biggest ever foreign investment. But people in the region are concerned about the environmental impacts of these massive projects and have been protesting against them for several years.

In October 2003, hundreds of people from Argentina and Uruguay planned a demonstration on the bridge linking the two countries near Fray Bentos. Security forces blocked the Uruguayans from crossing the bridge and only a small group was allowed across from the Argentinean side.
Protests have continued. Greenpeace activists have occupied the construction site. On the Argentinean side, local people have blockaded the international bridge. In April 2005, some 40,000 people from Uruguay and Argentina organized a demonstration against the pulp mills on the bridge itself.
In March 2006, Uruguay’s President Tabaré Vázquez agreed to Argentinean President Néstor Kirchner’s request to ask Finland’s Botnia and Spain’s ENCE to suspend construction of the pulp mills for 90 days, while a survey of the environmental impact of the two mills could be carried out.
ENCE stopped construction, but, the Uruguayan Government found it could not prevent Botnia from continuing construction of its mill, because of an agreement that the Uruguayan Government signed with the Government of Finland: “Agreement with the Government of Finland regarding the promotion and protection of investment”. In effect this is an agreement with Botnia. Under the terms of the agreement, Botnia is assured of the constant support of the Uruguayan government. The agreement even forces the government to pay compensation to Botnia for any losses, caused by, among other things, riots.
The Argentinean Government is so concerned about pollution from the pulp mills that it has taken Uruguay to the International Court of Justice in The Hague. In June 2006, the Court heard two rounds of public hearings about the pulp mills. Argentina is arguing that Uruguay failed to notify Argentina of the proposed pulp mills and is therefore in breach of the 1975 Statute of the River Uruguay. Romina Picolotti, a human rights lawyer and founder of the Argentinean NGO Centre for Human Rights and Environment (CEDHA), explained during the public hearing that the site chosen for the two mills is the worst imaginable from the environmental point of view.
While a final ruling will take two or three years, the court initially ruled in favour of Uruguay by declining to order a halt to construction of the mills. The court argued that Argentina had not provided evidence that the mills would cause irreparable damage to the river. The court also pointed out that the “threat of any such pollution is not imminent”, since the pulp mills will only start polluting when construction is completed – in August 2007 and June 2008.
CEDHA has made formal complaints to the Organisation for Economic Co-operation and Development alleging breaches of the OECD’s Guidelines for Multinational Enterprises against Botnia, the Finnish export credit agency, Finnvera and the Nordic Bank Nordea. It has also issued complaints against a series of banks pointing out the pulp mill projects do not comply with the Equator Principles. In April 2006, the Dutch ING Bank pulled out of the Botnia project.
The World Bank is considering a total of US$420 million in loans through the International Finance Corporation (IFC) as well as a US$300 million political risk guarantee for the Botnia mill through its Multilateral Investment Guarantee Agency (MIGA). The public protests against the project forced the Bank to reconsider its involvement and the projects have not yet been presented to the Bank’s Board for possible approval. CEDHA took out a complaint to the Bank’s Compliance Advisory Ombudsman (CAO) in September 2005. In its Preliminary Assessment Report, the CAO found IFC and MIGA to be in breach of their own social, environment and disclosure safeguard policies.
The World Bank commissioned a Cumulative Impact Study to attempt to predict the combined impact of the two projects. The Uruguayan NGO Grupo Guayubira boycotted a public hearing on the study in February 2006, on the grounds that the purpose of the meeting was simply to achieve endorsement of the report. Guayubira had previously told World Bank officials that it considered the Cumulative Impact Study to be biased in favour of industrial plantation forestry and of the pulp mills. Guayubira recommended that the Bank demand the consulting company to improve substantially its report to enable it to serve as a basis for the broad consultation that the Bank wanted to carry out.
In April 2006, the IFC released a report produced by a panel of experts commissioned to review comments on the Cumulative Impact Study. Despite the criticisms of both the process and the content of the study, the panel did not conclude that pulp mills should not be built (or at least that IFC should not fund them). Instead, the panel identified the need for more information and analysis about the environmental impacts of the projects. The panel also made a series of recommendations for technical improvements to the pulp mills.
But pollution from the proposed pulp mills is not the only concern. The mills are to be fed with wood grown in thousands of hectares of eucalyptus monocultures. Although a large area of these plantations has been certified under the Forest Stewardship Council system as well managed, a recent study carried out by Ricardo Carrere of the World Rainforest Movement indicates serious problems associated with these industrial tree plantations.
Carrere’s report is based in part on testimonials from villagers living near the plantations that will supply ENCE’s and Botnia’s mills. A team of researchers from WRM interviewed villagers in December 2005. One of the problems villagers reported is the loss of water since the plantations arrived. “All the people here have been left with no water,” said one villager. “I have a little bit but the well is dirty. Close to here where my father lives there’s no water at all.”
Carrere notes that “within a few years after the plantations had been established, the wells of all of the farmers in the surrounding area and the nearby wetlands had dried up, while the water level in the region’s waterways dropped significantly.” Yet FSC’s assessor, SGS, in its report of one of the certifications states that “no information is available on the possible effects of afforestation on water resources.”
The work provided is dangerous and fewer jobs are available than on the ranches that many of the plantations replaced. Increased mechanisation is replacing many of the few jobs in the plantations. WRM’s researchers photographed workers’ accommodation – shacks and tents covered in plastic sheeting.
Workers interviewed by WRM described their concerns about the use of chemicals on the plantations. One former-contractor on one of the plantations said he was in charge of eight people hired to apply herbicides and pesticides. They were not given any training, equipment or any means of protection, nor were they provided with drinking water, housing or bathroom facilities.
“Everything that was used to apply the agrochemicals was then washed in the streams, when there were still streams,” he said. “If somebody passed out in the middle of the field, they would be taken to the hospital but then they would be right back the next day, because they had to keep working. The problem with agrotoxics is mainly a question of continued exposure. There was a person who worked for a long time on a tractor with agrotoxics and had horrible skin rashes. I had problems with an ulcer, gastritis, diarrhoea. I was actually lucky to get fired,” he told the researchers.
Carrere concludes that FSC should withdraw the certificates as soon as possible and should stop certifying large scale monoculture tree plantations in Uruguay.
The pulp produced in the proposed pulp mills is not for Uruguay. Botnia and ENCE are aiming to satisfy the demands of the world market. In May 2005, at a protest against the pulp mills in Montevideo, Uruguayan writer Eduardo Galeano pointed out how ridiculous it is to allow the market to control decisions such as whether to build the pulp mills: “The market? I ask: and is this Mr. Market Uruguayan? Has he got his voting papers? Has he voted? Was he voted? Who voted for Mr. Market?”
In supporting these projects, the World Bank, the commercial banks, the export credit agencies, FSC, the consulting firms and the machinery suppliers are supporting “the market”, but not the needs of the Uruguayan and Argentinean people, that will be negatively impacted by these pulp mills and their associated large scale tree monocultures.
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"EL PLANETA NO LO HEREDAMOS DE NUESTROS PADRES, LO TOMAMOS PRESTADO DE NUESTROS HIJOS"

FUERZA, TENEMOS QUE DEFENDER NUESTROS RECURSOS NATURALES !!!
GURU
26 de Abril de 2009... VAMOS, YO VOY!!
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1 comentarios:

Anonymous dijo...

Uruguay pais destruido empobrecido y saqueado por los secuaces ladrones cabezudos maquillados y Vazquez, formando un gobierno mafioso. Esta riquisimo triplico la fortuna en 1 año, y la catolica esposa mostro el sobre cerrado por secreto bancario, Es decir no sabemos todos los millones que le puso Vazquez en su nombre.
Auxilio mundo ayudenos a sacarlos.
Maria