Renuncian al Frente Amplio

domingo, 23 de noviembre de 2008
Qué lástima que el Frente Amplio haya cambiado - 23/11/2008



Me hartaron las pelotas
RENUNCIA COLECTIVA, FUNDAMENTACIÓN
Una veintena de compañeras y compañeros pertenecientes al Comité de Base 1971 de la ciudad de Buenos Aires, han resuelto renunciar expresamente ante los organismos pertinentes de la fuerza política Frente Amplio.
Militantes y adherentes desde la reorganización del FA en Buenos Aires y compañeros sumados en los últimos años compartían este espacio de participación en el cual veían una realización posible de los sueños.
Fue en esta fuerza que se depositó confianza y entrega para la construcción de un país diferente, donde el pueblo fuera protagonista. Hoy aquellos que tenemos conciencia puesta en el inconformismo permanente, sin dejarnos amoldar y sujetar nuestras rebeldías, seguimos pensando con cabeza propia.
Por ello hemos llegado a una conclusión muy simple, el gobierno actual del FA no responde a los intereses del pueblo. Estos tres años y medio alcanzan y sobran para darnos cuenta cómo el Frente Amplio ha dejado sus postulados de izquierda por el camino. Una fuerza política no es sólo un sentimiento, una bandera o un caudillo, y esto es lo que ha quedado de esta fuerza política.
¿Darle más tiempo, para qué?

El programa de gobierno implementado es neoliberal, no es popular. Un gobierno que se diga de izquierda y su primer punto sea atender la deuda externa antes que la interna, ese gobierno no es popular ni de izquierda. Llenar el país de soja y eucaliptos y no prestar atención y apoyo a los cultivos básicos de consumo social, no es de izquierda.

Sustentar un ficticio paraíso de finanzas donde se desconoce su procedencia y donde se le niega créditos a los que deben de contribuir al desarrollo del país, no es de izquierda. Pagar una deuda sin hacer un estudio concienzudo de cuánto y cómo, sólo para cumplir con capitalistas a quienes les importa un pito el Uruguay, esto no es izquierda.

Tampoco es de izquierda mentirle al pueblo que “esto es lo que hay” y no se puede hacer otra cosa.

Ni hablar de la dádiva de los planes de emergencia, que en momentos de crisis pueden ser viables pero no que permanezcan indefinidamente en el tiempo.

En un país como el nuestro donde los salarios y jubilaciones son paupérrimos, encima se les pone tope, y no hay inconveniente en pagar a los usureros de afuera.

La salud y la educación como servicios básicos se encuentran en franca decadencia, pues los montos que debe aportar el estado no son suficientes, buscando además la participación de capitales privados nada menos que en áreas directamente relacionadas con el bienestar del pueblo oriental.

Es un gobierno que viene salpicado con varios hechos de corrupción, y sus partícipes han sido encubiertos.

Llegamos al colmo de un gobierno que se dice de izquierda: la mayor extranjerización de la tierra, duplicando la cantidad de hectáreas que existían antes que asumiera el gobierno frenteamplista, multiplicación de concesiones de zonas francas, negociación nada transparente en la línea aérea nacional PLUNA, privatización de puerto a partir de la playa de contenedores.

Asociaciones innecesarias con empresas extranjeras en entes nacionales (descapitalización), que implica pérdida de soberanía. Todos estos ejemplos son claros de una política neoliberal donde el resultado es que vivan bien algunos pocos y sufra y pase hambre la mayoría del pueblo.

Por lo antedicho, aunque podríamos agregar muchos más elementos, es que hemos resuelto desafiliarnos del Frente Amplio, que no responde a los intereses populares desde que asumió.

Estamos convencidos que hay que olvidarse de un Frente Amplio posible, pues los candidatos digitados profundizarán nuestra dependencia.

Este grupo de orientales que viven en Buenos Aires mantiene en alto las banderas por las que luchó Artigas, y continuamos con nuestra militancia sin bajar los brazos y con las ideas puestas en un Uruguay de todos.

Seguiremos adelante en la construcción de una alternativa política que nos aglutine y que hoy se llama Asamblea Popular. A partir de este nucleamiento creemos poder responder a la necesidad de un movimiento o frente de izquierda donde confluyan partidos políticos, organizaciones sociales, sindicalistas, mujeres, hombres y jóvenes independientes, jubilados organizados.

Aspiramos que sea la herramienta que el pueblo y los trabajadores necesitan para un Uruguay con futuro socialista.

Esto no es soñar, es una realidad. Hay que organizarse sin mezquindades y avanzar. En eso estamos quienes hemos firmado y muchos más que nos acompañan, en este desafío militante de sentirnos dueños de nuestro destino. Hay que empezar de nuevo, de abajo, nada es imposible, el desánimo no es revolucionario, solo de los que flaquean.

Acosta, Agustina - Balparda, Mayte - Bizjak, Osvaldo - Olivera, Jorge - (siguen las firmas)


RENUNCIA QUE NO FUE ACEPTADA


La presentación formal de la renuncia a los nuevos delegados electos del comité de base “1971” de Buenos Aires nos fue rechazada.

Se argumentó que se desconocían los pasos a seguir en este tema.

Luego de tantas idas y vueltas inconsistentes, algo comienza a quedar claro: una actitud dilatoria, sin ningún asidero.

Lo que se opusieron militan en el Frente Amplio desde su fundación. Y quien estaba de acuerdo en recibirla como corresponde era el compañero nombrado como responsable de Organización, recientemente incorporado al comité, no teniendo vicios burocráticos ni rencores.

Sea aceptada o no la renuncia masiva de los 20 compañeros, éstos ya se encuentran trabajando dentro de la Asamblea Popular, lugar por el que han optado.
(fuente)

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