El conflicto por Botnia: fallido intento por cruzar a Uruguay

domingo, 2 de noviembre de 2008
Gendarmes, gritos y tensión en el corte de ruta de Gualeguaychú - 02/02/2008


El abogado Rossetti Serra intentó pasar el corte, pero la asamblea se lo impidió

GUALEGUAYCHU.- "Usted ha venido a provocarnos,no lo vamos a dejar pasar", bramó Jorge Fritzler, líder de los asambleístas, mientras la multitud aplaudía sus palabras, amplificadas a 100 metros de distancia, junto a arados estacionados en la ruta.

"¿Cómo puede ser? ¿Quién es usted para no dejarme pasar?", contestó Salvador Rossetti Serra con un hilo de voz, rodeado de un enjambre de periodistas mezclados entre los ambientalistas que le salieron al paso.

La anunciada llegada del veterano ex abogado al corte de Arroyo Verde, que los asambleístas mantienen desde hace dos años contra la pastera Botnia, tuvo todos los condimentos de una novela que mezcló dramatismo y absurdo en proporciones parecidas.

Casi 200 gendarmes enviados por el Gobierno y pertrechados como para ir a la guerra se interpusieron entre el anciano de casi 80 años y unos 400 manifestantes que le impidieron el paso en nombre del "derecho a la vida" y contra la presunta contaminación de la empresa finlandesa instalada en Fray Bentos, cruzando el río Uruguay.

Luego de un intercambio de argumentos que se pareció bastante a un diálogo de sordos, y frustrado por no haber podido cumplir con su objetivo, Rossetti Serra hizo la denuncia ante la Gendarmería y prometió regresar el miércoles para participar de la asamblea en el club Sirio local.

Desde anteanoche, los asambleístas comenzaron a prepararse para la llegada de Rossetti Serra y una prometida caravana de 300 autos. Un enorme arado y un tractor se agregaron a la cotidiana geografía del corte, monopolizada por un acoplado enganchado a una barrera que impide el paso a autos y a peatones.

Convocados para las 8, los asambleístas fueron llegando a Arroyo Verde a medida que Rossetti Serra se acercaba al lugar. Mientras el sol comenzaba a calentar, cuatro mujeres se encadenaron, aunque la iniciativa duró sólo un rato.

Llegados en carros de asalto, gendarmes con palos, cascos y escudos transparentes se desplegaron. Los asambleístas votan dialogar con Rossetti Serra, mientras 200 gendarmes obstruyen el paso del abogado que quiere cruzar el puente.

Recibieron aplausos y el grito de guerra: "¡Gualeguaychú no va a aflojar!", antes de refugiarse al costado de la ruta y debajo de los árboles más cercanos. A las 10.30, Rossetti Serra descendió del asiento del copiloto de un Kia gris, junto con su esposa Laura Báez y dos periodistas de la televisión uruguaya, a metros del corte.

Bajito, esmirriado, pero con energía, enfrentó a periodistas nacionales y locales, algunos de los cuales lo cuestionaron con argumentos calcados a los que esgrimen los asambleístas.


Los gendarmes lo observaban a pocos pasos.

"Vengo a ejercer mi derecho de argentino a transitar las rutas del país", afirmó, muy serio.

"Respeto su derecho a manifestarse, no comparto sus métodos", afirmó, y justificó su soledad a "las amenazas de asambleístas, que sembraron terror y amenazas de muerte".
"Me parece bien la lucha, pero de otra manera. ¿Por qué no van a la Justicia?", se preguntó.

¿Qué debería hacer el Gobierno?, preguntó LA NACION.

"Desalojar la ruta, facilitar el paso de los particulares y retener los camiones que van hacia Botnia", razonó, hasta que el jefe del operativo, el oficial Claudio Kaczmar, le pidió que aguardara la decisión de los asambleístas, que discutían si dialogaban con él.


Allí, líderes de la asamblea, como Juan Veronese, impusieron la decisión de dialogar, por encima de varias mociones que propusieron "no perder un minuto con ese señor".

Ausente Alfredo De Angeli, varios de sus referentes apoyaron el diálogo.
Cara a cara con los asambleístas, Rossetti Serra repitió sus argumentos. "Este es un reclamo pacífico, el corte es sólo un instrumento", le dijo el abogado Osvaldo Fernández, mientras Rossetti Serra repetía: "Si no me dejan pasar no es pacífico, es un delito".

El abogado de la asamblea, Luis Leissa, lo invitó a "discutir
todo esto en una asamblea". "Voy a ir, espero que me traten bien", dijo Rossetti Serra a LA NACION después del encuentro. Los asambleístas le habían negado el saludo al retirarse. "Estoy triste. No somos un país en serio", dijo antes de irse a almorzar, donde lo saludaron y le pidieron fotos. Prometió volver el miércoles e intentar cruzar a Uruguay. "Hasta que me muera", desafió.

(fuente)

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