La crisis nos está llegando a todos

jueves, 11 de diciembre de 2008
El vecino país en problemas en el corto plazo -11/12/2008



Uruguay - Agárrate Catalina: Uruguay y la crisis mundial
Hubo una época en la que la mayoría de los bienes de consumo se producían en el país. Desde la ropa hasta los televisores, desde las galletitas hasta los neumáticos y hasta las carrocerías de los vehículos. Luego el mundo cambió, se bajaron los aranceles y las mercancías comenzaron a viajar por todo el mundo. Fue así que las grandes fábricas comenzaron a cerrar una a una.
Ahora la mayor parte de lo que consumimos viene del exterior (la ropa, los televisores, los neumáticos, los vehículos, hasta galletitas y fideos importados tenemos), y la mayor parte de lo que se produce en el país se exporta. De acuerdo a esta nueva división internacional del trabajo, ahora importamos mercaderías elaboradas y exportamos materias primas y alimentos. Compramos cosas con mucha mano de obra agregada y vendemos cosas con muy poca (carne, arroz, soja). Ese era el modelo que habían elegido para nosotros nuestros gobernantes, los actuales incluidos.
Hasta hace unos pocos meses este esquema parecía funcionar a las mil maravillas. El entonces ministro de Economía Danilo Astori y el presidente Tabaré Vázquez no perdían oportunidad de hacer gárgaras con las cifras macroeconómicas, sacaban pecho, y se enorgullecían de lo bien que estaban haciendo las cosas. Sin embargo, de la mano de la crisis mundial, ahora el diablo metió la cola en ese magnífico "país de las maravillas" que no paraba de crecer a un ritmo "asiático" (decían).

Ahora nadie quiere hacer prospectivas sobre cómo nos afectará esta crisis. Todos minimizan el asunto. En parte es comprensible, pues si la crisis se prolonga y se acentúa, sus efectos podrían ser catastróficos para éste proyecto de país; tan catastrófico como lo fue la instauración del proyecto neoliberal a fines del siglo XX. Esta semana nos enteramos de que Botnia ha cerrado su más grande planta de celulosa en Finlandia, y aunque asegura que la que tiene aquí seguirá funcionando, no hay ninguna garantía de que así suceda. Cuando el norte deje de precisar papel, Botnia dejará de fabricar celulosa.

Por otro lado, si continúa, la acelerada baja del precio del petróleo terminará con el negocio de los agrocombustibles, y tendremos que encontrar qué hacer con todas esas hectáreas de soja que se han plantado en los últimos años. Y ahí tenemos el caso de FUNSA, que había reabierto su fábrica de neumáticos en base a que los exportaba a Brasil y ahora se encuentra con que los brasileños suspendieron sus compras por culpa de la crisis. Mientras tanto ­por ejemplo- el transporte público uruguayo utiliza neumáticos importados de Brasil.

Si yo fuera el Pepe Mujica, le hacía caso a Tabaré y aceptaba el empleo de vicepresidente. No hay nadie mejor que Astori para hacer frente a los tiempos que se avecinan. Déjelo a él, Pepe, déjelo, que él no sólo sabe mucho de esas cosas de la economía, sino que se merece el castigo. A ver cómo arregla. A ver cómo nos saca de este mar de los sargazos económico en el que con tanta alegría nos ha metido.
(fuente)

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