Declaraciones comprometen aún más al criminal Bussi

miércoles, 13 de agosto de 2008
Vayan limpiando la celda del reo - 13/08/2008


JUICIO AL HOMBRE FUERTE DE TUCUMÁN DURANTE LA DICTADURA

Contradice a Bussi el testimonio de su segundo durante la represión.
Es un coronel . Dice que detuvo a Vargas Aignasse por orden de su jefe.

Alberto Cattáneo, quien era coronel en 1976 y segundo de Antonio Bussi en el Comando de la Va. Brigada de Infantería con asiento en Tucumán, contradijo ayer a su ex jefe al declarar como primer testigo en el juicio por el secuestro y la desaparición del senador provincial peronista Guillermo Vargas Aignasse.

Cattáneo aseguró que las órdenes de detener al legislador el 24 de marzo de ese año y, supuestamente, de liberarlo el 5 de abril siguiente le fueron dadas por Bussi. "Ni ordené la detención ni ordené la liberación", interrumpió éste, presente en la sala como acusado.


También declaró la esposa del desaparecido, Marta Angélica Cárdenas, quien hizo un conmovedor relato del momento de la detención y de su calvario posterior para averiguar el paradero de su marido.

Contó que habló dos veces con Bussi. En la primera, éste le dijo que no sabía nada de su esposo. En la segunda le informó que lo tenían en la cárcel de Villa Urquiza, y hasta autorizó que pudiera verlo, a través de una mirilla y a lo lejos.

Marta recordó que tras haber visto a su esposo le quedó "una gran tranquilidad, que duró muy poco". El 6 de abril le comunicaron que la noche antes el senador había sido liberado, pero que al ser trasladado a su casa, en un auto oficial, un grupo armado desconocido lo había secuestrado.

Refirió también una entrevista con Cattáneo, en la que se atrevió a manifestarle sus dudas acerca de la versión del secuestro. "Ningún grupo tiene la capacidad de hacer eso en una ciudad absolutamente dominada por los militares", contó que le dijo. "Tenga cuidado con lo que dice y adónde lo dice", fue la intimidante respuesta del militar, según la mujer.

Otro testigo que contradijo a Bussi, fue el ex militante montonero Gustavo Herrera. Ofreció una minuciosa y escalofriante descripción de las condiciones de detención y de los tormentos a que eran sometidos los presos políticos en el sector de la cárcel de Villa Urquiza que, explicó, "funcionaba como campo de concentración".

Herrera afirmó que vio a Bussi en el penal el 26 de mayo de 1976, cuando uno de los presos, de apellido Torrente, fue asesinado por los guardianes. Y que él no lo vió, pero supo por otros detenidos que también estuvo el 8 de julio de ese año, cuando mataron a otro prisionero, Juan Carlos Suter.

El viernes Bussi había dicho que sólo estuvo dos veces en la cárcel: cuando se hizo cargo y cuando dejó el Comando de la Va. Brigada, es decir en diciembre de 1975 y el mismo mes de 1977.

Por otra parte, las contradicciones entre Bussi y Cattáneo incluyeron, además, la lista de las personas detenidas el 24 de marzo, que incluía a Vargas Aignasse. Para Cattáneo fue elaborada por el Comando de la Va. Brigada y "aprobada" por el Comando en Jefe del Ejército. "¡Yo no firmé esa lista!", gritó Bussi desde la silla de ruedas que hace en este caso de banquillo..

El otro acusado, Luciano Menéndez, ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, optó por no estar en la sala durante los testimonios.

(fuente)

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