lunes, 20 de abril de 2009
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La lucha anti-pastera une a Uruguay y la Argentina - 20/04/2009
Extranjerización, falta de agua y éxodo rural en Uruguay
LOS EFECTOS DEL MODELO PASTERO, SEGÚN UNA REPRESENTANTE DE GUAYUBIRA
Elizabeth Díaz, del grupo ambientalista uruguayo Guayubira, que hace poco en una carta pública denunció, junto a otras organizaciones, la posible fusión de las empresas Portucel y ENCE, y el avance del modelo pastero en Uruguay, explicó a Radio Cero el alcance de la denuncia.
Por Carbone, Rivas, Lorenzo
- Guayubira y otras organizaciones sociales uruguayas han lanzado una advertencia desde Montevideo, para que se escuche también en Barcelona, Madrid y Lisboa, sobre la fusión de la portuguesa Portucel y la española ENCE con vistas a instalar una pastera en Conchillas, en el departamento Colonia (Uruguay) ¿Es correcto?
Elizabeth Díaz:- Exactamente. Como bien se sabe el proyecto de ENCE para Conchillas fue suspendido momentáneamente, un poco por la crisis económica internacional. ENCE a partir de esa suspensión comienza a buscar un socio. Y el posible socio que se perfiló, al menos en el mes de marzo, fue Portucel. Esta es una empresa portuguesa que está viendo, que está estudiando la posibilidad de instalación en el Uruguay. Este tipo de negociaciones por lo general no son muy visibles para la población civil, que no se entera. Incluso nosotros, que estamos en el tema, tampoco.
- En realidad las comunidades se enteran cuando estas fusiones ya se han concretado...
- Es así. Sabemos que se están haciendo negociaciones entre gobiernos, pero no tenemos certeza si Portucel ya tiene compradas tierras en el este del país. No sabemos a qué nivel de negociaciones ha llegado con nuestro gobierno, qué nivel de compromiso ya asumió el Uruguay con la empresa. Y tampoco cuál es estado de la empresa Ence.
- Pero aparte de esta eventual fusión, ustedes van más allá. Impugnan en realidad el modelo pastero para el Uruguay, del cual Botnia es clave. ¿Cuál es esta crítica?
- El grupo Guayubira viene llevando a cabo, desde el año 1998 aproximadamente, una campaña contra los monocultivos de árboles a gran escala en el Uruguay. Monocultivos de la empresa que sea. Lamentablemente, en general todos estos monocultivos a gran escala son hechos por empresas transnacionales. Empresas que compran nuestros campos, los trabajan, agotan el recurso y llevan sus ganancias a los países de origen.
- En la carta ustedes hablan de 5 millones de hectáreas compradas por extranjeros. Esto equivale a varios departamentos del Uruguay. Además mencionan que hay ya 1 millón de hectáreas forestadas. Son números impresionantes...
- Sí, los datos son alarmantes para un país tan pequeño. Que haya casi un tercio del país en manos extranjeras, es muy preocupante. Aquí tenemos en el tema monocultivos no solamente los pinos y eucaliptos con destino a madera y a celulosa. Sino también la soja. Últimamente se han comprado y arrendado muchísimos campos con destino a monocultivos de soja transgénica.
Despoblamiento y sequía
- ¿Qué impacto está teniendo esto en el resto de los sectores productivos en el interior uruguayo?.
- Nosotros veníamos desde hace mucho tiempo con un proceso de despoblamiento del campo. Pero lo que han hecho estos emprendimientos es agravar y profundizar este éxodo. O sea, todo lo contrario a las promesas de más empleo y desarrollo regional que hacen estas empresas cuando llegan al país. Lo que están haciendo, en realidad, es aumentar el proceso de despoblamiento del campo. Y se están desplazando otras actividades como la apicultura, la ganadería, la agricultura familiar, la agricultura orgánica. La verdad, es que estos efectos son lamentables. La nuestra es una campaña contra los monocultivos y contra la instalación de mega fábricas de celulosa en el país. Es decir, estamos advirtiendo sobre la ocupación de nuestro campo por parte de estos mega emprendimientos y sobre el desplazamiento de los pequeños productores.
- ¿Hay emergencia hídrica a raíz de estos emprendimientos en Uruguay?.
- El caso sería similar a lo que acabo de comentar del despoblamiento del campo. O sea, si bien atravesamos un período de sequía muy importante por otras razones, la forestación ha venido a agravar esta situación. Está probado. Es así. Son innumerables los testimonios que tenemos de productores rurales, de maestras, de escuelas rurales, en los departamentos de Rocha, Paysandú, Soriano, Ribera, Tacuarembó, Durazno, que mencionan este hecho. De todos esos lugares, y desde hace tiempo, Guayubira ha ido recogiendo testimonios de gente que asegura que desde que se instaló la forestación se está quedando sin agua. La gente afirma que después de que vino tal empresa y plantó los árboles, cuando ya tenían determinado porte, empezaron a ver que las cañadas se quedaban sin agua, que los ríos se cortaban, que nuestros pozos se iban quedando secos. Muchas veces se nos reclaman pruebas científicas. ¡Pero qué mayor prueba que un productor rural diga: me estoy quedando sin agua y fue a partir de que se instaló la forestación en los campos cercanos!.
- Esto que usted está diciendo aparece en la película “Gurises al abordaje”, realizada por chicos de entre 13 y 15 años, que relevaron distintas partes, incluido el Uruguay, más concretamente de la zona de Mercedes...
- Se trata, efectivamente, de un excelente documental. Allí aparece la queja de los productores de Cerro Alegre, Ruta 14 y Paraje Pence, del departamento de Soriano, que de alguna manera son los más mediáticos -por decirlo de alguna manera-. Son los más conocidos, pero fue el primer caso que conocimos en Uruguay de falta de agua, allá por el año 2000. En ese año visitamos la zona y había 14 familias sin agua. Y en la cercanía había mayoritariamente plantaciones de EUFORES de la empresa ENCE. Ahora, entre 2008-2009, constatamos que son 200 las familias que están sin agua en este momento. Y que se le sigue llevando agua, como en el año 2000, a través de camiones cisternas desde la intendencia de Soriano.
- ¿Estas evidencias han trascendido a las comunidades, a las distintas ciudades? ¿Los medios de comunicación reflejan esta problemática a la opinión pública uruguaya?.
- El tema es bastante complejo. La función de Guayubira, y de los demás grupos que están en el tema social y ambiental en el Uruguay, ha sido justamente difundir esto, para que llegue a la comunidad. Pero en el Uruguay hay una disociación bastante importante entre el campo y la ciudad. Muchas veces, los que somos citadinos no estamos al tanto de cuál es la realidad de nuestro campo y qué está pasando realmente allí. Por otro lado, es muy importante el poder de la prensa, de la radio y la televisión. Y asociado con esto el poder de las empresas trasnacionales que están en el tema forestal. Hay toda una visión, una cara de la moneda, que es la que se muestra, que es la que le llega con mucha facilidad a la gente. Y contra todo este complejo, estamos los pequeños grupos sociales y ambientales diciendo: ‘mirá que esto no es así, mirá que hay otra realidad’. Pero bueno, es como un trabajito de hormiga que vamos haciendo.
- A propósito, ¿qué está pasando en Fray Bentos? ¿Cómo mira la gente de allí esta problemática?.
- Bueno, en Fray Bentos también es un proceso muy lento. Porque después de todas las promesas, después de todo lo que se les dijo a los pobladores de Fray Bentos sobre las bondades de Botnia, la cosa no es fácil. Y para ellos me imagino que la pastera se les presentaba como un nuevo frigorífico Anglo, que en su momento dio de comer a la ciudad de Fray Bentos. Esas expectativas eran muy grandes y creo que cuesta mucho hacer conciencia y ver cuál es la realidad. La fábrica dio mucho trabajo durante los dos años de construcción, con todos los impactos sociales que eso generó: decenas de chiquilinas de entre 13 y 16 años embarazadas, la presencia de mucha gente extraña viviendo en la ciudad. Bueno, una serie de impactos que una vez que se terminó la construcción de la fábrica siguen allí permanentes en la ciudad de Fray Bentos. Obviamente que prosperó el comercio, había más dinero girando. Eso también es cierto. Pero hay que ver cuál es el balance de este proceso, si las pérdidas no son mayores que las aparentes ganancias.
- Entre esas pérdidas habrá que incluir la contaminación, que todos sabemos es acumulativa y se verá con dramatismo en los próximos años...
-Exacto. Una vez hecha la fábrica la generación de empleo terminó. Ahora hay 300 personas trabajando en la fábrica y el tema de la contaminación es un proceso lento. Nadie va a morirse de cáncer mañana ni a los dos meses, si funciona la fábrica. Salvo que haya algún accidente, que ojalá no pase. Pensemos que cualquier pequeño accidente en esta fábrica tan grande, a esta escala, puede ser fatal. Los impactos negativos de contaminación se van a ver en años; en 5, en 10 años.
¿Qué controles se hacen a Botnia?
- ¿Qué lectura hace del informe reciente de la Dinama, el organismo científico del Uruguay, donde se dice que Botnia no produce ningún efecto contra el medio ambiente?
- Y bueno, nosotros lo que vemos es que han surgido cantidad de informes y todos lo primero que dicen es que Botnia no contamina. Pero una empresa, una fábrica de esa envergadura siempre va a contaminar. Hay distintos grados de contaminación. Pero decir que no contamina de entrada o poner un cartel para que nadie dude, eso ya no es cierto. Hay que ver los distintos niveles de contaminación, los distintos niveles de esa curva. Porque tiene puntos altos y puntos bajos. El tema que para nosotros no nos resulta tan transparente, pese a lo que dice el gobierno, son los controles que se están haciendo. Desde qué lugar se están tomando las muestras, cómo se están analizando, quiénes las analizan. No creemos que estos informes sean totalmente neutros y que no haya ninguna influencia de la empresa Botnia (...) El problema es que la Dinama cuenta con la aprobación de la mayoría de la población de Uruguay. La gente confía en este gobierno, se confía en los ministerios de este gobierno (...) Siempre algún nivel de contaminación, algún nivel de emisión va a haber. Hay que estudiar muy bien estos niveles, desde la máxima objetividad (...) A partir del derrame, de la mancha que se observó en el río Uruguay, pedimos una entrevista con la directora de la Dinama. Estamos esperando que pueda hacer un hueco en su agenda y que nos pueda atender. Aún no tenemos la información suficiente. Porque además Guayubira tampoco tiene los técnicos adecuados como para juzgar en detalle el nivel de contaminación, los productos que se están emitiendo al aire o al agua. Nos gustaría que la Dinama de alguna manera dijera en una forma sencilla, fácil para que cualquier ciudadano entienda, cuál es la situación real.
- Los organismos nacionales, tanto uruguayos como argentinos, han restado importancia a las manchas. Se habló incluso de algas albinas...
- Nosotros insistimos con el modelo. Porque estamos hablando de todo un paquete de modelo forestal celulósico. Que implica desde el desembarco de empresas extranjeras en el país, pasando por la compra de miles de hectáreas de tierra, las forestaciones, hasta terminar en la instalación de fábricas de celulosa en zonas francas. Es todo un paquete, un modelo que en realidad ha demostrado que no es sustentable, pese a que se pinta esto con grandes números macroeconómicos.
- Es importante que, como están haciendo Guayubira y otras organizaciones, se conozcan estas cosas en los países de donde proceden las pasteras...
- Esa fue la idea de la carta. Queremos que españoles y portugueses se enteren. Queremos que las sociedades de esos países hagan un seguimiento de sus empresas y sepan cómo están impactando en países del sur. Y pidan a sus gobiernos que no se financien con fondos públicos estos emprendimientos en Uruguay.
Todos al puente el 26
Los ambientalistas Juan Veronesi y Martín Alazard, en diálogo con Radio Cero, volvieron a invitar a los gualeguaychuenses a la marcha al puente internacional, programada para el 26 de abril próximo.
En el 5º Abrazo al Río Uruguay, así, se reafirmará la defensa del medio ambiente ante la pastera Botnia. Aquí los principales dichos de los ambientalistas:
Veronesi:- “Esta es una acción totalmente superadora. El slogan es muy acertado: “Salvemos al Río Uruguay”. En eso estamos todos. Y bueno, a poco que se piense nadie se puede sentir excluido. Por ninguna razón, ni política ni ideológica. De modo que el objetivo es aceptado por todos. Pero vale la pena resaltar la experiencia de esta semana que estamos pasando en las escuelas. Hay un entusiasmo extraordinario en las maestras para apoyar este movimiento. Además, los dirigentes barriales se han sumado a la experiencia, divulgando la marcha (...) Somos optimistas. Creemos que este año se están dando condiciones muy especiales respecto a actuaciones oficiales. El hecho de declarar esta marcha de interés legislativo, el hecho de que el gobernador la declare de interés provincial, las adhesiones de asambleas de concejales, es muy significativo. Y por otro lado muchos políticos que antes nos criticaban tienen la oportunidad para demostrar que están con la causa. Hay que hacer una manifestación numerosa, entusiasta, para demostrarle especialmente a La Haya que acá hay un movimiento social muy fuerte en contra de este tipo de plantas contaminantes”.
Alazard:- “Creemos muy importante destacar que esta marcha es totalmente distinta a todo el resto. Porque esta vez nos manifestamos sobre hechos contaminantes concretos reales. Hemos olido el gas sulfhídrico en nuestras casas en Gualeguaychú. Hemos visto la gran mancha de 10 kilómetros enfrente en el río. Hemos leído el informe de EcoMetrix que demuestra que Botnia está contaminando. Entonces tenemos elementos claros y concretos. Esta manifestación es superadora. Acá nadie puede decir no me gusta este método de lucha. La marcha del 26 no puede tener ninguna crítica. Es una manifestación pacífica, popular y totalmente espontánea de todo el país. Siempre nos ha acompañado todo el país y ahora varias organizaciones del Uruguay se han comprometido a venir”.
(fuente)
Extranjerización, falta de agua y éxodo rural en Uruguay
LOS EFECTOS DEL MODELO PASTERO, SEGÚN UNA REPRESENTANTE DE GUAYUBIRA
Elizabeth Díaz, del grupo ambientalista uruguayo Guayubira, que hace poco en una carta pública denunció, junto a otras organizaciones, la posible fusión de las empresas Portucel y ENCE, y el avance del modelo pastero en Uruguay, explicó a Radio Cero el alcance de la denuncia.
Por Carbone, Rivas, Lorenzo
- Guayubira y otras organizaciones sociales uruguayas han lanzado una advertencia desde Montevideo, para que se escuche también en Barcelona, Madrid y Lisboa, sobre la fusión de la portuguesa Portucel y la española ENCE con vistas a instalar una pastera en Conchillas, en el departamento Colonia (Uruguay) ¿Es correcto?
Elizabeth Díaz:- Exactamente. Como bien se sabe el proyecto de ENCE para Conchillas fue suspendido momentáneamente, un poco por la crisis económica internacional. ENCE a partir de esa suspensión comienza a buscar un socio. Y el posible socio que se perfiló, al menos en el mes de marzo, fue Portucel. Esta es una empresa portuguesa que está viendo, que está estudiando la posibilidad de instalación en el Uruguay. Este tipo de negociaciones por lo general no son muy visibles para la población civil, que no se entera. Incluso nosotros, que estamos en el tema, tampoco.
- En realidad las comunidades se enteran cuando estas fusiones ya se han concretado...
- Es así. Sabemos que se están haciendo negociaciones entre gobiernos, pero no tenemos certeza si Portucel ya tiene compradas tierras en el este del país. No sabemos a qué nivel de negociaciones ha llegado con nuestro gobierno, qué nivel de compromiso ya asumió el Uruguay con la empresa. Y tampoco cuál es estado de la empresa Ence.
- Pero aparte de esta eventual fusión, ustedes van más allá. Impugnan en realidad el modelo pastero para el Uruguay, del cual Botnia es clave. ¿Cuál es esta crítica?
- El grupo Guayubira viene llevando a cabo, desde el año 1998 aproximadamente, una campaña contra los monocultivos de árboles a gran escala en el Uruguay. Monocultivos de la empresa que sea. Lamentablemente, en general todos estos monocultivos a gran escala son hechos por empresas transnacionales. Empresas que compran nuestros campos, los trabajan, agotan el recurso y llevan sus ganancias a los países de origen.
- En la carta ustedes hablan de 5 millones de hectáreas compradas por extranjeros. Esto equivale a varios departamentos del Uruguay. Además mencionan que hay ya 1 millón de hectáreas forestadas. Son números impresionantes...
- Sí, los datos son alarmantes para un país tan pequeño. Que haya casi un tercio del país en manos extranjeras, es muy preocupante. Aquí tenemos en el tema monocultivos no solamente los pinos y eucaliptos con destino a madera y a celulosa. Sino también la soja. Últimamente se han comprado y arrendado muchísimos campos con destino a monocultivos de soja transgénica.
Despoblamiento y sequía
- ¿Qué impacto está teniendo esto en el resto de los sectores productivos en el interior uruguayo?.
- Nosotros veníamos desde hace mucho tiempo con un proceso de despoblamiento del campo. Pero lo que han hecho estos emprendimientos es agravar y profundizar este éxodo. O sea, todo lo contrario a las promesas de más empleo y desarrollo regional que hacen estas empresas cuando llegan al país. Lo que están haciendo, en realidad, es aumentar el proceso de despoblamiento del campo. Y se están desplazando otras actividades como la apicultura, la ganadería, la agricultura familiar, la agricultura orgánica. La verdad, es que estos efectos son lamentables. La nuestra es una campaña contra los monocultivos y contra la instalación de mega fábricas de celulosa en el país. Es decir, estamos advirtiendo sobre la ocupación de nuestro campo por parte de estos mega emprendimientos y sobre el desplazamiento de los pequeños productores.
- ¿Hay emergencia hídrica a raíz de estos emprendimientos en Uruguay?.
- El caso sería similar a lo que acabo de comentar del despoblamiento del campo. O sea, si bien atravesamos un período de sequía muy importante por otras razones, la forestación ha venido a agravar esta situación. Está probado. Es así. Son innumerables los testimonios que tenemos de productores rurales, de maestras, de escuelas rurales, en los departamentos de Rocha, Paysandú, Soriano, Ribera, Tacuarembó, Durazno, que mencionan este hecho. De todos esos lugares, y desde hace tiempo, Guayubira ha ido recogiendo testimonios de gente que asegura que desde que se instaló la forestación se está quedando sin agua. La gente afirma que después de que vino tal empresa y plantó los árboles, cuando ya tenían determinado porte, empezaron a ver que las cañadas se quedaban sin agua, que los ríos se cortaban, que nuestros pozos se iban quedando secos. Muchas veces se nos reclaman pruebas científicas. ¡Pero qué mayor prueba que un productor rural diga: me estoy quedando sin agua y fue a partir de que se instaló la forestación en los campos cercanos!.
- Esto que usted está diciendo aparece en la película “Gurises al abordaje”, realizada por chicos de entre 13 y 15 años, que relevaron distintas partes, incluido el Uruguay, más concretamente de la zona de Mercedes...
- Se trata, efectivamente, de un excelente documental. Allí aparece la queja de los productores de Cerro Alegre, Ruta 14 y Paraje Pence, del departamento de Soriano, que de alguna manera son los más mediáticos -por decirlo de alguna manera-. Son los más conocidos, pero fue el primer caso que conocimos en Uruguay de falta de agua, allá por el año 2000. En ese año visitamos la zona y había 14 familias sin agua. Y en la cercanía había mayoritariamente plantaciones de EUFORES de la empresa ENCE. Ahora, entre 2008-2009, constatamos que son 200 las familias que están sin agua en este momento. Y que se le sigue llevando agua, como en el año 2000, a través de camiones cisternas desde la intendencia de Soriano.
- ¿Estas evidencias han trascendido a las comunidades, a las distintas ciudades? ¿Los medios de comunicación reflejan esta problemática a la opinión pública uruguaya?.
- El tema es bastante complejo. La función de Guayubira, y de los demás grupos que están en el tema social y ambiental en el Uruguay, ha sido justamente difundir esto, para que llegue a la comunidad. Pero en el Uruguay hay una disociación bastante importante entre el campo y la ciudad. Muchas veces, los que somos citadinos no estamos al tanto de cuál es la realidad de nuestro campo y qué está pasando realmente allí. Por otro lado, es muy importante el poder de la prensa, de la radio y la televisión. Y asociado con esto el poder de las empresas trasnacionales que están en el tema forestal. Hay toda una visión, una cara de la moneda, que es la que se muestra, que es la que le llega con mucha facilidad a la gente. Y contra todo este complejo, estamos los pequeños grupos sociales y ambientales diciendo: ‘mirá que esto no es así, mirá que hay otra realidad’. Pero bueno, es como un trabajito de hormiga que vamos haciendo.
- A propósito, ¿qué está pasando en Fray Bentos? ¿Cómo mira la gente de allí esta problemática?.
- Bueno, en Fray Bentos también es un proceso muy lento. Porque después de todas las promesas, después de todo lo que se les dijo a los pobladores de Fray Bentos sobre las bondades de Botnia, la cosa no es fácil. Y para ellos me imagino que la pastera se les presentaba como un nuevo frigorífico Anglo, que en su momento dio de comer a la ciudad de Fray Bentos. Esas expectativas eran muy grandes y creo que cuesta mucho hacer conciencia y ver cuál es la realidad. La fábrica dio mucho trabajo durante los dos años de construcción, con todos los impactos sociales que eso generó: decenas de chiquilinas de entre 13 y 16 años embarazadas, la presencia de mucha gente extraña viviendo en la ciudad. Bueno, una serie de impactos que una vez que se terminó la construcción de la fábrica siguen allí permanentes en la ciudad de Fray Bentos. Obviamente que prosperó el comercio, había más dinero girando. Eso también es cierto. Pero hay que ver cuál es el balance de este proceso, si las pérdidas no son mayores que las aparentes ganancias.
- Entre esas pérdidas habrá que incluir la contaminación, que todos sabemos es acumulativa y se verá con dramatismo en los próximos años...
-Exacto. Una vez hecha la fábrica la generación de empleo terminó. Ahora hay 300 personas trabajando en la fábrica y el tema de la contaminación es un proceso lento. Nadie va a morirse de cáncer mañana ni a los dos meses, si funciona la fábrica. Salvo que haya algún accidente, que ojalá no pase. Pensemos que cualquier pequeño accidente en esta fábrica tan grande, a esta escala, puede ser fatal. Los impactos negativos de contaminación se van a ver en años; en 5, en 10 años.
¿Qué controles se hacen a Botnia?
- ¿Qué lectura hace del informe reciente de la Dinama, el organismo científico del Uruguay, donde se dice que Botnia no produce ningún efecto contra el medio ambiente?
- Y bueno, nosotros lo que vemos es que han surgido cantidad de informes y todos lo primero que dicen es que Botnia no contamina. Pero una empresa, una fábrica de esa envergadura siempre va a contaminar. Hay distintos grados de contaminación. Pero decir que no contamina de entrada o poner un cartel para que nadie dude, eso ya no es cierto. Hay que ver los distintos niveles de contaminación, los distintos niveles de esa curva. Porque tiene puntos altos y puntos bajos. El tema que para nosotros no nos resulta tan transparente, pese a lo que dice el gobierno, son los controles que se están haciendo. Desde qué lugar se están tomando las muestras, cómo se están analizando, quiénes las analizan. No creemos que estos informes sean totalmente neutros y que no haya ninguna influencia de la empresa Botnia (...) El problema es que la Dinama cuenta con la aprobación de la mayoría de la población de Uruguay. La gente confía en este gobierno, se confía en los ministerios de este gobierno (...) Siempre algún nivel de contaminación, algún nivel de emisión va a haber. Hay que estudiar muy bien estos niveles, desde la máxima objetividad (...) A partir del derrame, de la mancha que se observó en el río Uruguay, pedimos una entrevista con la directora de la Dinama. Estamos esperando que pueda hacer un hueco en su agenda y que nos pueda atender. Aún no tenemos la información suficiente. Porque además Guayubira tampoco tiene los técnicos adecuados como para juzgar en detalle el nivel de contaminación, los productos que se están emitiendo al aire o al agua. Nos gustaría que la Dinama de alguna manera dijera en una forma sencilla, fácil para que cualquier ciudadano entienda, cuál es la situación real.
- Los organismos nacionales, tanto uruguayos como argentinos, han restado importancia a las manchas. Se habló incluso de algas albinas...
- Nosotros insistimos con el modelo. Porque estamos hablando de todo un paquete de modelo forestal celulósico. Que implica desde el desembarco de empresas extranjeras en el país, pasando por la compra de miles de hectáreas de tierra, las forestaciones, hasta terminar en la instalación de fábricas de celulosa en zonas francas. Es todo un paquete, un modelo que en realidad ha demostrado que no es sustentable, pese a que se pinta esto con grandes números macroeconómicos.
- Es importante que, como están haciendo Guayubira y otras organizaciones, se conozcan estas cosas en los países de donde proceden las pasteras...
- Esa fue la idea de la carta. Queremos que españoles y portugueses se enteren. Queremos que las sociedades de esos países hagan un seguimiento de sus empresas y sepan cómo están impactando en países del sur. Y pidan a sus gobiernos que no se financien con fondos públicos estos emprendimientos en Uruguay.
Todos al puente el 26
Los ambientalistas Juan Veronesi y Martín Alazard, en diálogo con Radio Cero, volvieron a invitar a los gualeguaychuenses a la marcha al puente internacional, programada para el 26 de abril próximo.
En el 5º Abrazo al Río Uruguay, así, se reafirmará la defensa del medio ambiente ante la pastera Botnia. Aquí los principales dichos de los ambientalistas:
Veronesi:- “Esta es una acción totalmente superadora. El slogan es muy acertado: “Salvemos al Río Uruguay”. En eso estamos todos. Y bueno, a poco que se piense nadie se puede sentir excluido. Por ninguna razón, ni política ni ideológica. De modo que el objetivo es aceptado por todos. Pero vale la pena resaltar la experiencia de esta semana que estamos pasando en las escuelas. Hay un entusiasmo extraordinario en las maestras para apoyar este movimiento. Además, los dirigentes barriales se han sumado a la experiencia, divulgando la marcha (...) Somos optimistas. Creemos que este año se están dando condiciones muy especiales respecto a actuaciones oficiales. El hecho de declarar esta marcha de interés legislativo, el hecho de que el gobernador la declare de interés provincial, las adhesiones de asambleas de concejales, es muy significativo. Y por otro lado muchos políticos que antes nos criticaban tienen la oportunidad para demostrar que están con la causa. Hay que hacer una manifestación numerosa, entusiasta, para demostrarle especialmente a La Haya que acá hay un movimiento social muy fuerte en contra de este tipo de plantas contaminantes”.
Alazard:- “Creemos muy importante destacar que esta marcha es totalmente distinta a todo el resto. Porque esta vez nos manifestamos sobre hechos contaminantes concretos reales. Hemos olido el gas sulfhídrico en nuestras casas en Gualeguaychú. Hemos visto la gran mancha de 10 kilómetros enfrente en el río. Hemos leído el informe de EcoMetrix que demuestra que Botnia está contaminando. Entonces tenemos elementos claros y concretos. Esta manifestación es superadora. Acá nadie puede decir no me gusta este método de lucha. La marcha del 26 no puede tener ninguna crítica. Es una manifestación pacífica, popular y totalmente espontánea de todo el país. Siempre nos ha acompañado todo el país y ahora varias organizaciones del Uruguay se han comprometido a venir”.
(fuente)
Mirá con qué rapidez se "comen" al Uruguay !
1 comentarios:
Gobernantes uruguayos asesinos
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