lunes, 20 de abril de 2009
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Se "calentó" Fabián y lo acompañamos ! - 020/04/2009
OTRA VEZ
MARCHA GUALEGUAYCHÚ
Este domingo 26, el incansable pueblo de Gualeguaychú irá por quinta vez al puente internacional General San Martín.
Otra vez.
Como en aquella primera oportunidad, cuando amanecía en Gualeguaychú y nadie podía imaginar cómo sería la respuesta de la gente. Había sol en el corsódromo, desde donde partían los colectivos.
Y fue contundente ese 30 de abril de 2005, cuando sin saberlo, decenas de miles de vecinos de Gualeguaychú se convirtieron, todos juntos, en poderosos actores sociales de una época.
Se inauguró esa 30 de abril la lucha ambiental más fuerte, más poderosa, más constante, más profunda y más molesta de que se tenga memoria en décadas y en varios países.
Era Gualeguaychú contra todos. Gualeguaychú, el pueblo incorrecto.
Contra el plan forestal-pastero que se montó en la República Oriental del Uruguay, una tierra maravillosa hoy en manos de mediocres y de traidores.
Contra el plan de la globalización, que impone industrias contaminantes en los países más pobres.
Contra quienes pensaron en el río Uruguay como materia prima para esas industrias.
Y sería Gualeguaychú. Y sería caminar, marchar, movilizarse, estar alertas contra un gobierno –el uruguayo- que fue y es socio de los invasores; y ante la mirada permisiva de nuestros propios gobernantes.
Contra todo eso, contra la invasión y contra la inacción, había que movilizarse.
Así llegaron las otras marchas. Y cada una fue especial, aún cuando Botnia empezó a funcionar.
Ahora, esta marcha de abril estará signada por la necesidad de reafirmar la constancia. Ellos están esperando a Gualeguaychú. Si la concurrencia es alta, no dirán nada. Deslizarán que ya es una costumbre de Gualeguaychú movilizarse en abril de cada año al puente internacional. Pero, si la convocatoria mostrara una merma, saldrán a decir que Gualeguaychú está derrotado, que se cansó porque “Botnia no contamina”. Es que las hienas de la información, los tóxicos de la verdad, los mercenarios de las palabras ya están trabajando en el tema. Se sabe que tienen medios obedientes para difundir sus organizadas mentiras.
Esta vez, también, habrá un importante apoyo político porque en dos meses se realizarán las elecciones legislativas, y a nadie le viene mal una foto con un poco de pueblo, al menos cada tanto.
Gualeguaychú sabe que las luchas de los pueblos son largas. Los que sufren esa convicción se devoran en silencio la amargura. Se ha comprobado también que a las luchas largas la ganan los pueblos. ¿Una utopía? Acaso sea aconsejable preguntarle por ese tema a Bush.
Y cierto es que más no pudieron hacer para derrumbar a Gualeguaychú, para desmoralizarlo, para triturarlo anímicamente. Y no pudieron.
No pudieron cuando Gualeguaychú quedó en la ruta en la peor de las soledades. No pudieron cuando hacían crecer la chimenea, y luego cuando la hacían humear. No pudieron y trataron de disimular cuando se tuvo que ir ENCE. No pudieron cuando compraron importantes medios de comunicación que se las ingeniaron para desviar el eje de la lucha. No pudieron cuando trabajaron con basuras humanas para crear fisuras sociales mediante correos electrónicos nocivos dentro de la propia comunidad. Que Gualeguaychú no olvide las trampas que eludió.
No pudieron cuando ofrecieron enormes obras para un resarcimiento, o una barrera en el río Uruguay en el marco de un cronograma de estupideces.
No han podido con estos indios. Por más que la planta esté funcionando.
Para eso habrá que ir el domingo 26. Para recordarles que algunas cosas empiezan a ser distintas en la región a partir de la histórica marcha de Gualeguaychú.
Así es un pueblo que no se dejó comprar, un pueblo al que no pudieron perforarle el alma. Un pueblo que en medio de un mundo resultadista, que cree que todo tiene precio, reinvidica la palabra dignidad.
¿Sabrán Botnia, Tabaré y sus secuaces y los hipócritas finlandeses, lo que significa la palabra dignidad?
Que miren el domingo como miran siempre, y admitan con mirada de odio que hay miles que nunca podrán dominar, porque no son ni cómplices, ni traidores.
FABIÁN MAGNOTTA - fabian@maximaonline.com.ar
(fuente)
OTRA VEZ
MARCHA GUALEGUAYCHÚ
Este domingo 26, el incansable pueblo de Gualeguaychú irá por quinta vez al puente internacional General San Martín.
Otra vez.
Como en aquella primera oportunidad, cuando amanecía en Gualeguaychú y nadie podía imaginar cómo sería la respuesta de la gente. Había sol en el corsódromo, desde donde partían los colectivos.
Y fue contundente ese 30 de abril de 2005, cuando sin saberlo, decenas de miles de vecinos de Gualeguaychú se convirtieron, todos juntos, en poderosos actores sociales de una época.
Se inauguró esa 30 de abril la lucha ambiental más fuerte, más poderosa, más constante, más profunda y más molesta de que se tenga memoria en décadas y en varios países.
Era Gualeguaychú contra todos. Gualeguaychú, el pueblo incorrecto.
Contra el plan forestal-pastero que se montó en la República Oriental del Uruguay, una tierra maravillosa hoy en manos de mediocres y de traidores.
Contra el plan de la globalización, que impone industrias contaminantes en los países más pobres.
Contra quienes pensaron en el río Uruguay como materia prima para esas industrias.
Y sería Gualeguaychú. Y sería caminar, marchar, movilizarse, estar alertas contra un gobierno –el uruguayo- que fue y es socio de los invasores; y ante la mirada permisiva de nuestros propios gobernantes.
Contra todo eso, contra la invasión y contra la inacción, había que movilizarse.
Así llegaron las otras marchas. Y cada una fue especial, aún cuando Botnia empezó a funcionar.
Ahora, esta marcha de abril estará signada por la necesidad de reafirmar la constancia. Ellos están esperando a Gualeguaychú. Si la concurrencia es alta, no dirán nada. Deslizarán que ya es una costumbre de Gualeguaychú movilizarse en abril de cada año al puente internacional. Pero, si la convocatoria mostrara una merma, saldrán a decir que Gualeguaychú está derrotado, que se cansó porque “Botnia no contamina”. Es que las hienas de la información, los tóxicos de la verdad, los mercenarios de las palabras ya están trabajando en el tema. Se sabe que tienen medios obedientes para difundir sus organizadas mentiras.
Esta vez, también, habrá un importante apoyo político porque en dos meses se realizarán las elecciones legislativas, y a nadie le viene mal una foto con un poco de pueblo, al menos cada tanto.
Gualeguaychú sabe que las luchas de los pueblos son largas. Los que sufren esa convicción se devoran en silencio la amargura. Se ha comprobado también que a las luchas largas la ganan los pueblos. ¿Una utopía? Acaso sea aconsejable preguntarle por ese tema a Bush.
Y cierto es que más no pudieron hacer para derrumbar a Gualeguaychú, para desmoralizarlo, para triturarlo anímicamente. Y no pudieron.
No pudieron cuando Gualeguaychú quedó en la ruta en la peor de las soledades. No pudieron cuando hacían crecer la chimenea, y luego cuando la hacían humear. No pudieron y trataron de disimular cuando se tuvo que ir ENCE. No pudieron cuando compraron importantes medios de comunicación que se las ingeniaron para desviar el eje de la lucha. No pudieron cuando trabajaron con basuras humanas para crear fisuras sociales mediante correos electrónicos nocivos dentro de la propia comunidad. Que Gualeguaychú no olvide las trampas que eludió.
No pudieron cuando ofrecieron enormes obras para un resarcimiento, o una barrera en el río Uruguay en el marco de un cronograma de estupideces.
No han podido con estos indios. Por más que la planta esté funcionando.
Para eso habrá que ir el domingo 26. Para recordarles que algunas cosas empiezan a ser distintas en la región a partir de la histórica marcha de Gualeguaychú.
Así es un pueblo que no se dejó comprar, un pueblo al que no pudieron perforarle el alma. Un pueblo que en medio de un mundo resultadista, que cree que todo tiene precio, reinvidica la palabra dignidad.
¿Sabrán Botnia, Tabaré y sus secuaces y los hipócritas finlandeses, lo que significa la palabra dignidad?
Que miren el domingo como miran siempre, y admitan con mirada de odio que hay miles que nunca podrán dominar, porque no son ni cómplices, ni traidores.
FABIÁN MAGNOTTA - fabian@maximaonline.com.ar
(fuente)
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