Misiones investigará el uso del glifosato

lunes, 20 de abril de 2009
Cada minuto sufre atentados la vida humana - 20/04/2009



Promueven investigar en Misiones el efecto perjudicial de uso del glifosato.
Un movimiento provincial se creó en la provincia para investigar el impacto en el ambiente del herbicida de amplio uso en diferentes actividades productivas. El objetivo es “lograr buenas prácticas, promover investigaciones y controles”. Convocaron a docentes e investigadores de la UBA y del Conicet, quienes expusieron estudios sobre el impacto del herbicida.

En muchas actividades productivas, se utiliza el glifosato que es un agrotóxico.
Un movimiento provincial se creó el pasado jueves en Eldorado, Misiones, para investigar el impacto ambiental del uso del glifosato en las actividades productivas de la provincia, promover su uso responsable y comenzar con programas de capacitación, de manera de mitigar el daño ambiental y a la salud de los productores.

El glifosato es un herbicida de amplio espectro, usado para matar plantas no deseadas, pastos, hierbas de hojas anchas en diferentes actividades productivas. En Misiones las forestaciones de pinos requieren el uso de este poderoso herbicida, en los primeros años de crecimiento, pero se estima tanto en la provincia como en el país es uno de los agrotóxicos más vendidos, ya que es más conocido en los últimos tiempos por su aplicación en las plantaciones de soja de la Pampa Húmeda, en el Chaco, Santiago, Salta, y en todas las regiones que se realiza esta actividad.

El movimiento provincial del "Glifosato y el medio ambiente" se reunió en la ciudad de Eldorado, en la sede del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones. Los organizadores invitaron a los docentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Javier Souza Casadinho y Mariana Maya, quienes expusieron recientes estudios científicos que demuestran "el efecto perjudicial del Glifosato".

Debate responsable

La reunión realizada en Eldorado convocó a empresarios, profesionales, legisladores, concejales e investigadores. Entre ellos, asistió Hugo Rey (Pindo SA), Diego Alegranza (DKM SA), Gustavo Maestri y Juan Schapovaloff (Alto Paraná SA), Horacio Delgadino, Román Ríos (ONG Ambiental), Julio Perie (Tamanduá), Luis Vega (Amigos del Arbol), Mario Ochoa (Consultor forestal), Rulo Bregagnolo (RAE y Concejal de Aristóbulo del Valle), la diputada nacional Julia Perie, el diputado provincial Miguel López, entre otros profesionales de las universidades y del INTA.

Sobre los resultados del encuentro, el diputado López señaló que "fue una reunión positiva, muy proactiva dado que el objetivo fue abordar el tema en forma responsable, ni en defensa a ultranza ni en contra del uso del glifosato. Pero hay que atender la realidad, investigar su impacto y promover las buenas prácticas”.

Respaldo científico

Una reciente investigación científica difundida a nivel nacional confirma que el glifosato (químico fundamental de la industria sojera) es altamente tóxico y provoca efectos devastadores en embriones, según lo determinó el Laboratorio de Embriología Molecular del Conicet-UBA (Facultad de Medicina) que, con dosis hasta 1500 veces inferiores a las utilizadas en las fumigaciones sojeras, comprobó trastornos intestinales y cardíacos, malformaciones y alteraciones neuronales. "Concentraciones ínfimas de glifosato, respecto de las usadas en agricultura, son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión, sugiriendo la posibilidad de que se estén interfiriendo mecanismos normales del desarrollo embrionario", subrayan los especialistas.

El herbicida más utilizado a base de glifosato se comercializa bajo el nombre de Roundup, de la compañía Monsanto, líder mundial de los agronegocios.
"Durante los últimos quince meses se estudió el efecto del glifosato en embriones anfibios, desde la fecundación hasta que el organismo adquiere las características morfológicas de la especie”.

Entre los trastornos, se encuentra la “disminución del largo del embrión, alteraciones que sugieren defectos en la formación del eje embrionario. Alteración del tamaño de la cabeza con compromiso en la formación del cerebro y reducción de ojos y de la zona del sistema auditivo, que podrían indicar causas de malformaciones y deficiencias en la etapa adulta”, alerta la investigación, que también avanza sobre efectos neurológicos graves. “Se comprobaron alteraciones en los mecanismos de formación de neuronas tempranas, por una disminución de neuronas primarias comprometiendo el correcto desarrollo del cerebro, compatibles con alteraciones con el cierre normal del tubo neural u otras deficiencias del sistema nervioso”, detallaron.

Casadhino es referente de Rapal (Red de Acción en Plaguicidas de América latina) en el país y sostiene que "la legislación argentina relativa al registro, comercialización y aplicación de plaguicidas es incompleta, permisiva y obsoleta".

La Red suscribe a las denuncias que recaen sobre el glifosato, pero advierte que el problema de los agrotóxicos es mucho más amplio, vinculado con las casi 500 formulaciones de plaguicidas que se utilizan en el país. “Insecticidas como el peligroso Endosulfán, el Carbofuran, el bromuro de metilo. Herbicidas como el 2, 4 D y Paraquat. Todos agrotóxicos que poseen una toxicidad específica y una clasificación toxicológica más alta que el glifosato. Todos son extremadamente tóxicos con capacidad de producir daños en la salud tanto de nivel agudo (a corto plazo) como crónico (enfermedades que aparecen luego de años del contacto con el plaguicida)”, explica Souza Casadinho.

Rapal advierte sobre el geométrico crecimiento de plaguicidas en Argentina. Según la organización, en 1996 se utilizaron en el país 30 millones de litros de agrotóxicos. En 2007 se aplicaron 270 millones de litros, y este crecimiento se debe a la expansión de la frontera agropecuaria (a costa de la deforestación o reemplazo de otras actividades) y la aparición de insectos y malezas cada vez más resistentes. Lo sucedido con el glifosato es un caso testigo. “De una sola aplicación de tres litros por hectárea, llevada a cabo a fines de los años ’90, en la actualidad se realizan más de tres aplicaciones, por más de doce litros por hectárea y por año”, afirma Souza Casadinho.

Para el próximo encuentro, el movimiento provincial convocó al Dr. Hugo Gómez Demaio de la Universidad de Misiones, profesional que desde hace décadas investiga los efectos que los agrotóxicos producen genéticamente.

Demaio sostiene que produce “malformaciones embrionarias y del sistema nervioso central, los trastornos en el aprendizaje, teratogénesis, carcinogénesis, genotoxicidad entre otros. Es por la vida que debemos tomar conciencia, por la vida de nuestros hijos y nietos, por las generaciones futuras” enfatizó Demaio durante su presentacion esta semana en Chaco, donde realizó una proyección con imágenes desgarradoras del “estudio de Genoma ambiental respecto a la etiología del mielomeningocele: un efecto el cierre del tubo Neural” de su autoría junto con profesionales de la UNAM Universidad de Misiones y la Universidad de Chile.
(fuente)


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