Celulosa Argentina de Fanapel uruguaya a Tapebicuá a Douglas Albrecht ?????

jueves, 18 de diciembre de 2008
Al Gran Bonete se le ha perdido una celulosa, y dice que Ud. la tiene ! -18/12/2008



"En Uruguay tampoco queremos las pasteras"
Debate en CTA Capital organizado por frenteamplistas
Martes 16 de mayo de 2006, por Secretaría de Comunicación y Difusión


Por Valeria Garay - La ingeniera agrónoma uruguaya, Anahit Aharonian, miembro del Frente Amplio, llevó a cabo el viernes por la noche en la sede porteña de la CTA, una charla abierta sobre el debate por la instalación de las plantas de celulosa de Botnia y Ence en la ciudad de Fray Bentos.
Ante un auditorio conformado por mayoría de frenteamplistas, la ingeniera agrónoma basó su charla en el conflicto ambiental que generaría la instalación de las pasteras en la orilla del Río Uruguay.
En principio, Aharonian explicó la razón por la cual Finlandia elige América del Sur para ubicar sus plantas de celulosa. “Ellos no quieren bajar su nivel de consumo de papel, pero necesitan bajar su nivel de contaminación y el de costos de producción. Entonces eligen Fray Bentos, donde el eucaliptus -materia prima de la celulosa- crece en sólo 8 años, donde los controles ambientales son muy débiles y donde tienen como garantía un Acuerdo de Protección de Inversiones que los protege”, argumenta la ingeniera.
En cuanto a la magnitud del proyecto de las pasteras, Aharonián explicó que “todas las plantas de celulosa que hay en Argentina juntas, son la mitad de la que está construyendo Botnia en Fray Bentos”. Y aprovechó para aclarar que la empresa Celulosa Argentina, que arroja sus desechos al Río Paraná, pertenece a una empresa uruguaya de nombre Fanapel.
Si bien son muchos los uruguayos que están en contra de la instalación de las pasteras en la zona, hay otros tantos que se encuentran engañados por promesas de trabajo y de grandes inversiones. “El trabajo se está dando en la primera etapa, es decir, en la construcción. Pero después, las fábricas de papel estarán en China y en Europa, no acá. Las mismas empresas lo admiten, dicen: ‘las plantas de celulosa al pie del monte. Las fábricas de papel al pie de los mercados”, aclara Aharonián.

Con respecto a las inversiones, se habla de un capital que supera los mil millones de dólares. “El 80 por ciento de la inversión se va a usar para la compra de maquinarias, por lo cual ese capital va a volver a Finlandia. Los puestos de trabajo serán 300, de los cuales sólo 8 será para gente con pocos estudios y el resto para ingenieros y técnicos capacitados”, informa Aharonian.

Sobre la contaminación ambiental, la ingeniera explicó que “por las características del río, Gualeguaychú va a estar más perjudicada. Dado que la costa argentina es más baja, las sustancias que eliminen las plantas de celulosa van a caer más de ese lado”. En cuanto a la nube tóxica, aclaró que todavía no hay un estudio concreto, pero que dependerá del viento, aunque el humo, con sustancias muy tóxicas como dioxinas y furanos policlorados, va a llegar a Entre Ríos y provocará lluvias ácidas.

Al momento de hablar sobre las posibles soluciones para que no se instalen las papeleras, la ingeniera explicó que “el consumo de papel, por año, de un finlandés es de 430 kilos, mientras que el de un uruguayo es de 40. La solución sería que no produzcan tanto y que consuman menos”. Además agregó: “No es justo que ese sobre consumo tenga que pagarse a costillas del planeta”.

Por otro lado, explicó las diferencias en los reclamos del pueblo uruguayo, el argentino y el de Greenpeace. La asociación ecologista propone el uso de tecnología limpia, mientras que en Uruguay prefieren otro modelo de producción. El problema de base para los uruguayos es la producción de la materia prima. Se oponen al modelo de plantaciones de monocultivos de árboles para celulosa, por sus impactos negativos sobre la economía y la sociedad a través de la erosión de los suelos, la fuerte extracción de agua y la pérdida de biodiversidad. Pero además, este modelo está basado en la latifundización y transnacionalización de la tierra y los recursos naturales, que indefectiblemente conducen a una pérdida de identidad y a la exclusión social.

Del lado argentino, en Gualeguaychú, tienen una experiencia de años en el cuidado de su ciudad, sobre todo cuando ven amenazada su calidad de vida. “Todas las casas y los autos tienen carteles con el pedido de “No a las papeleras”, mientras que en Uruguay, aunque no estamos de acuerdo con la instalación de las pasteras, no nos animamos”, explica Aharonian.
(fuente)



Cambió de manos Celulosa Argentina
La fábrica de papel Celulosa Argentina cambió de manos. Ayer, un grupo de inversores pagó 45 millones de dólares y se quedó con el 54% de las acciones de Fanapel, la empresa de origen uruguayo controlante de Celulosa Argentina, propiedad de la familia Calcagno.
El nuevo accionista mayoritario de Celulosa Argentina es el grupo Tapebicuá, que posee tres emprendimientos forestales, dos en Corrientes —donde producen pino y eucaliptus— y uno en Tierra del Fuego, especializado en lengas. El grupo factura 110 millones de pesos al año, tiene 1.000 empleados y exporta a Estados Unidos, México, Australia, Reino Unido, Chile y Bolivia.
"Celulosa Argentina es una empresa que tiene un potencial de crecimiento muy importante y nosotros poseemos el know how y la capacidad para hacerla crecer", sostuvo José Urtubey, director de Asuntos Institucionales y Legales del grupo Tapebicuá.
Celulosa Argentina fue fundada en 1929. Desde entonces se ha dedicado a la producción de pastas y papeles para impresión y escritura. La compañía posee dos plantas industriales: una en Capitán Bermúdez, provincia de Santa Fe, y la otra en Zárate, provincia de Buenos Aires. La facturación anual de la empresa ronda los 450 millones de pesos, y emplea a 700 trabajadores.
(fuente)



Douglas Albrecht se quedó con las acciones de Forestadora Tapebicuá - Economia 26-10-2006  
La venta se cerró ayer entre el nuevo dueño y el Grupo Albano, fundador de la empresa situada en Gobernador Virasoro. “Por el momento no habrá mayores cambios operativos”, anticipó José Urtubey, director de Asuntos Legales e Institucionales de Douglas Albrech. Tapebicuá inicio sus actividades en 1974, en Virasoro, dedicándose al desarrollo del eucaliptos grandis.

El grupo inversor Douglas Albrech es desde ayer el nuevo propietario de Forestadora Tapebicuá SA, con sede en la localidad correntina de Gobernador Virasoro, al quedarse con la totalidad del paquete accionario. El proceso de venta comenzó hace un mes y terminó por cerrarse ayer en esa localidad con la firma de las últimas documentaciones entre los nuevos dueños y el Grupo Albano, el fundador de la empresa.
Tapebicuá inicio sus actividades en 1974, en Virasoro, dedicándose al desarrollo del eucaliptos grandis. La empresa logró integrar todas las etapas del proceso productivo, desde la plantación forestal hasta el sector industrial obteniendo como resultado un producto finamente terminado, natural, ecológico y renovable.
“Hoy (por ayer) hemos cerrado el acuerdo definitivamente que nos permitió quedarnos con el 100 por ciento de las acciones de la empresa”, confirmó José Urtubey, director de Asuntos Legales e Institucionales de Douglas Albrech.
Aunque no precisó las cifras de la operación comercial, el ejecutivo anticipó que por el momento no habrá mayores cambios operativos dentro de la empresa, pero no descartó hacerlo en el futuro mediato. “Vamos a esperar un tiempo y después vamos a rediseñar las estrategias de producción y de comercialización”, dijo Urtubey en diálogo con este diario. “Hace un mes veníamos realizando el traspaso, pero hoy hemos ultimado todos los pasos”, señaló.
Más adelante, el empresario admitió que la firma ya tenía presencia en la actividad forestal en Virasoro a través de inversiones realizadas hace dos años aproximadamente y que este año decidieron dar el salto definitivo con la compra de una de las forestadotas más reconocidas del país.
“Tapebicuá es una empresa líder en la producción de eucaliptos grandis y pionera en responsabilidad social y medioambiental; además de haber logrado la certificación FSC (Forest Stewardship Council) que verifican la sustentabilidad y carácter ecológico a nivel internacional. Esos son puntos muy importantes a favor de la empresa”, refirió.
Además de Urtubey, la nueva propietaria (conformada por capitales nacionales y extranjeros) tiene como socios a Juan Collado y Daniel Maradei.
Mercado
En la actualidad cuenta con una producción superior a 6.000 m3 mensuales de productos basados en madera aserrada y más de 3.000 m3 mensuales de paneles compensados. Sus productos son elaborados y clasificados siguiendo las más altas exigencias internacionales.
En los últimos años, la empresa desarrolló la distribución de sus productos en Europa y Estados Unidos, logrando una importante presencia de los compensados y pisos Grandis. También tienen un constante crecimiento en Asia la madera aserrada y piezas de muebles que son utilizados en la fabricación de Muebles FSC, cuyo destino final son los mercados europeo y americano.
La especie eucalipto implantada por la empresa es un excelente sustituto de las especies nativas de madera dura. Sus principales ventajas consisten en ser un recurso renovable, presentar homogeneidad y rápido crecimiento, tener veta y apariencia propia de maderas duras, ser estable y resistente a plagas.
Las ventajas que presentan los productos de Eucaliptus grandis han permitido un rápido posicionamiento y desarrollo en el mercado de aplicaciones de maderas decorativas, logrando precios en promedio un 70% superior a los productos de pino y reemplazando a las maderas nativas en numerosos usos.
(fuente)

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