sábado, 26 de enero de 2008
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Gorvachov, Botnia y la furia de Picolotti - 26/01/2008
Green Cross, presidida por el ex líder soviético, es la responsable de un informe ambiental favorable a la pastera. La entidad se había ofrecido como mediadora en el conflicto y la Argentina se negó. En el gobierno evalúan que el trabajo que beneficia a Botnia estaría comprometido por intereses.
Un peso pesado se metió de lleno en el conflicto entre Argentina y Uruguay por la pastera Botnia. Nada menos que el ex líder soviético Mikhail Gorbachov, presidente de la fundación que elevó un informe medioambientalista favorable a la pastera finlandesa, el cual desató la furia de la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti.
Green Cross –o Cruz Verde Internacional- es el nombre de la fundación en cuestión. En el cuestionado informe hecho por esa entidad que salió a la luz días atrás se analizaron los valores de concentración de dióxido de azufre en aire a nivel del suelo entre el 11 de octubre y el 30 de noviembre del 2007 y afirma que “no contamina”
Pero, si bien el trabajo dio resultados favorables a Botnia, Green Cross también advierte que "es recomendable un mayor período de detección de los niveles de contaminación del aire y de parámetros meteorológicos en la zona por que ellos posibilitaría contar con una cantidad mayor de información para convalidar o no los resultados obtenidos".
Tras conocer esto, Picolotti puso el grito en el cielo. En un mensaje enviado a los asambleístas de Gualeguaychú, redactó: “Queridos asambleístas. No me extraña la falta de seriedad de esta gente de Green Cross, pues personalmente se los advertí el 10 de septiembre en la reunión que mantuvimos con el Grupo Técnico Interdisciplinario de la Asamblea. Un gran abrazo”.
La Política Online dialogó con voceros del área que controla Picolotti, quienes ofrecieron información crítica que ayuda a interpretar la reacción intempestiva de la funcionaria.
Según informaron, apenas se desató el conflicto ambiental, Green Cross se ofreció como mediador. “Enviaron una carta al entonces presidente, Néstor Kirchner, con la firma digital de Gorvachov. Éste lo derivó a Picolotti que, cuando lo vio, lo desechó porque ya estaba trabajando organizaciones y universidades locales. Además, esta gente cobra por ese tipo de servicios y muy caro”, comenzó a contar la fuente.
Por eso, cuando se dio a conocer este trabajo, por la misma empresa y sin que se conozca quien financió la investigación, las sospechas se reprodujeron. “Lógicamente, acá todos piensan que lo pagó Botnia”, aclaró el vocero, quien tácitamente incluyó a Picolotti entre los suspicaces. Y hasta exageran imaginando una eventual venganza por la desestimación argentina a su propuesta de mediación.
Las otras voces
El informe no sólo recibió una dura respuesta de la Secretaría de Medio Ambiente. El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), un organismo científico del Estado nacional, también cuestionó el informe producido por esa ONG.
El presidente del INTI, ingeniero Enrique Martínez, afirmó que quien presentó ese trabajo como forma de desmentir toda contaminación "en este caso hace una trampa intelectual al referirse a un parámetro (el de la lluvia ácida) que no es crítico".
"Los verdaderos parámetros a seguir son las dioxinas en aire y en el agua, así como la variación de nitratos y fosfatos en el agua. Sobre esto no parece haberse difundido datos", subrayó Martínez.
Por otro lado, el informe fue celebrado por el Gobierno de Uruguay y el subsecretario de Medio Ambiente de la Banda Oriental, Jaime Igorra, se mostró confiado con que la investigación "ayude a despejar los miedos" de los habitantes de Gualeguaychú sobre la planta de pasta celulosa que funciona en Fray Bentos.
"Si bien es cierto que de alguna manera modifican su cantidad y su proporción (de emisiones), jamás van a ser perjudiciales ni para la biodiversidad ni para las personas", remarcó Igorra.
Cruz Verde
Green Cross International (GCI) fue fundado por Mikhail Gorbachov en 1993, construída luego de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de 1992 y apoyando la aplicación de la Agenda 21, que fija objetivos y metas medioambientales. En la actualidad hay Organizaciones Nacionales Green Cross, establecidas en 28 países, incluída la Argentina, que preside Marisa Arienza.
“La misión de Green Cross consiste en ayudar a asegurar un futuro justo, sostenible y seguro para todos, promoviendo un cambio de valores y cultivando un nuevo sentido de interdependencia global y de responsabilidad compartida en la relación de la humanidad con la naturaleza.”, aclara su sitio web.
Entre sus actividades, agrega que: “Promueve normas legales, éticas y de conducta que aseguren cambios básicos en los valores, acciones y actitudes del gobierno, el sector privado y la sociedad civil, necesarios para construir una comunidad global sostenible; previene y resuelve los conflictos que surgen de la degradación del ambiente; ofrece asistencia a las personas afectadas por las consecuencias ambientales de las guerras y los conflictos”, entre otras iniciativas muy loables.
Para colectar fondos para la Cruz Verde, Gorvachov hasta se prestó a una sesión fotográfica de la lujosa firma francesa Louis Vuitton, a quien le ofició de modelo. Tal cual se ve en la fotografía que encabeza la nota, aparece en un auto, con un bolso Vuitton a su lado y el Muro de Berlín de fondo, fotografiado por la genial Annie Leibovitz.
Además del ex líder soviético, otras figuras participaron de la misma campaña, como Steffi Graf y su esposo Andre Agassi, y la consagrada actriz francesa Catherine Deneuve. el dinero de la campaña de Vuitton se repartió entre Green Cross y el proyecto climático de Al Gore.
Green Cross, presidida por el ex líder soviético, es la responsable de un informe ambiental favorable a la pastera. La entidad se había ofrecido como mediadora en el conflicto y la Argentina se negó. En el gobierno evalúan que el trabajo que beneficia a Botnia estaría comprometido por intereses.
Un peso pesado se metió de lleno en el conflicto entre Argentina y Uruguay por la pastera Botnia. Nada menos que el ex líder soviético Mikhail Gorbachov, presidente de la fundación que elevó un informe medioambientalista favorable a la pastera finlandesa, el cual desató la furia de la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti.
Green Cross –o Cruz Verde Internacional- es el nombre de la fundación en cuestión. En el cuestionado informe hecho por esa entidad que salió a la luz días atrás se analizaron los valores de concentración de dióxido de azufre en aire a nivel del suelo entre el 11 de octubre y el 30 de noviembre del 2007 y afirma que “no contamina”
Pero, si bien el trabajo dio resultados favorables a Botnia, Green Cross también advierte que "es recomendable un mayor período de detección de los niveles de contaminación del aire y de parámetros meteorológicos en la zona por que ellos posibilitaría contar con una cantidad mayor de información para convalidar o no los resultados obtenidos".
Tras conocer esto, Picolotti puso el grito en el cielo. En un mensaje enviado a los asambleístas de Gualeguaychú, redactó: “Queridos asambleístas. No me extraña la falta de seriedad de esta gente de Green Cross, pues personalmente se los advertí el 10 de septiembre en la reunión que mantuvimos con el Grupo Técnico Interdisciplinario de la Asamblea. Un gran abrazo”.
La Política Online dialogó con voceros del área que controla Picolotti, quienes ofrecieron información crítica que ayuda a interpretar la reacción intempestiva de la funcionaria.
Según informaron, apenas se desató el conflicto ambiental, Green Cross se ofreció como mediador. “Enviaron una carta al entonces presidente, Néstor Kirchner, con la firma digital de Gorvachov. Éste lo derivó a Picolotti que, cuando lo vio, lo desechó porque ya estaba trabajando organizaciones y universidades locales. Además, esta gente cobra por ese tipo de servicios y muy caro”, comenzó a contar la fuente.
Por eso, cuando se dio a conocer este trabajo, por la misma empresa y sin que se conozca quien financió la investigación, las sospechas se reprodujeron. “Lógicamente, acá todos piensan que lo pagó Botnia”, aclaró el vocero, quien tácitamente incluyó a Picolotti entre los suspicaces. Y hasta exageran imaginando una eventual venganza por la desestimación argentina a su propuesta de mediación.
Las otras voces
El informe no sólo recibió una dura respuesta de la Secretaría de Medio Ambiente. El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), un organismo científico del Estado nacional, también cuestionó el informe producido por esa ONG.
El presidente del INTI, ingeniero Enrique Martínez, afirmó que quien presentó ese trabajo como forma de desmentir toda contaminación "en este caso hace una trampa intelectual al referirse a un parámetro (el de la lluvia ácida) que no es crítico".
"Los verdaderos parámetros a seguir son las dioxinas en aire y en el agua, así como la variación de nitratos y fosfatos en el agua. Sobre esto no parece haberse difundido datos", subrayó Martínez.
Por otro lado, el informe fue celebrado por el Gobierno de Uruguay y el subsecretario de Medio Ambiente de la Banda Oriental, Jaime Igorra, se mostró confiado con que la investigación "ayude a despejar los miedos" de los habitantes de Gualeguaychú sobre la planta de pasta celulosa que funciona en Fray Bentos.
"Si bien es cierto que de alguna manera modifican su cantidad y su proporción (de emisiones), jamás van a ser perjudiciales ni para la biodiversidad ni para las personas", remarcó Igorra.
Cruz Verde
Green Cross International (GCI) fue fundado por Mikhail Gorbachov en 1993, construída luego de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de 1992 y apoyando la aplicación de la Agenda 21, que fija objetivos y metas medioambientales. En la actualidad hay Organizaciones Nacionales Green Cross, establecidas en 28 países, incluída la Argentina, que preside Marisa Arienza.
“La misión de Green Cross consiste en ayudar a asegurar un futuro justo, sostenible y seguro para todos, promoviendo un cambio de valores y cultivando un nuevo sentido de interdependencia global y de responsabilidad compartida en la relación de la humanidad con la naturaleza.”, aclara su sitio web.
Entre sus actividades, agrega que: “Promueve normas legales, éticas y de conducta que aseguren cambios básicos en los valores, acciones y actitudes del gobierno, el sector privado y la sociedad civil, necesarios para construir una comunidad global sostenible; previene y resuelve los conflictos que surgen de la degradación del ambiente; ofrece asistencia a las personas afectadas por las consecuencias ambientales de las guerras y los conflictos”, entre otras iniciativas muy loables.
Para colectar fondos para la Cruz Verde, Gorvachov hasta se prestó a una sesión fotográfica de la lujosa firma francesa Louis Vuitton, a quien le ofició de modelo. Tal cual se ve en la fotografía que encabeza la nota, aparece en un auto, con un bolso Vuitton a su lado y el Muro de Berlín de fondo, fotografiado por la genial Annie Leibovitz.
Además del ex líder soviético, otras figuras participaron de la misma campaña, como Steffi Graf y su esposo Andre Agassi, y la consagrada actriz francesa Catherine Deneuve. el dinero de la campaña de Vuitton se repartió entre Green Cross y el proyecto climático de Al Gore.
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