ENCE EN DIFICULTADES

domingo, 30 de noviembre de 2008
Oposición de medioambientalistas - 30/11/2008


¡Más madera, es la guerra!
Ence registra una caída del 42% en su beneficio y releva al consejero delegado
"¡Más madera, es la guerra!", como dijo Groucho Marx. O la crisis, como señala con cierta retranca gallega un analista sobre los últimos resultados de Ence. La papelera, que ha visto caer su beneficio neto un 42% en los nueve primeros meses del año, ha relevado del cargo a su consejero delegado y ha circunscrito al tramo español la disposición de fondos de los dos contratos de financiación a largo plazo (un crédito por 1.075 millones y una emisión de deuda subordinada de 150 millones) suscritos en abril para financiar su plan estratégico 2007-2011.
Confía en Uruguay y espera el desenlace de un macrocontrato eólico en Galicia
Ence, sin embargo, sigue adelante con su táctica de auto abastecimiento, continúa invirtiendo en el incremento de su patrimonio forestal, en la modernización y ampliación de sus fábricas españolas (en especial, la asturiana de Navia) y sigue confiando en buena parte sus resultados futuros a las energías renovables. Sobre todo, a la energía procedente de biomasa, aunque algunos de sus directivos cruzan hoy sus dedos ante el próximo desenlace, previsto en principio para mediados de diciembre, del concurso para la adjudicación de 2.325 megavatios de potencia eólica en Galicia.
El Gobierno regional tendrá que resolver, dentro del concurso, sobre propuestas aparejadas a planes industriales que implican grandes inversiones en sectores ajenos al energético, como es el traslado de la factoría actual de Ence en la ría de Pontevedra, objeto de continuas protestas vecinales y de ecologistas, a la zona norte de Galicia. La idea es levantar un complejo industrial que complete todo el ciclo de la madera y la pasta, y cuya inversión final (entre 100 y 250 millones de euros, según algunas estimaciones) dependerá en parte de la dimensión de la adjudicación eólica que se logre. Según las reglas del concurso, uno de los aspectos que más se valorará (30 puntos sobre 100) es el "alcance, viabilidad e interés social" de la propuesta de compromisos industriales adicionales.

Comparten la iniciativa de Ence, entre otros, Manuel Jove, ex presidente de Fadesa; Jacinto Rey, presidente de Constructora San José, y Epifanio Campo, accionista del Banco Gallego y presidente de un grupo pizarrero.

Oficialmente, sin embargo, el grupo que preside Juan Luis Arregui asegura que no hay ninguna decisión tomada y que el desenlace del concurso no les preocupa en exceso. Aducen que disponen de una concesión en vigor hasta el año 2018 para producir celulosa en Pontevedra y que, en tanto no se apruebe un plan alternativo, prevén mantener su producción al 100% hasta esa fecha. Ence tiene, además, una participación minoritaria, un 35%, en la sociedad que concurre al concurso.

La gran baza del grupo papelero y energético, en cualquier caso, está hoy en Uruguay. Cuenta desde mediados de agosto con la autorización pertinente de su Gobierno para la construcción de una fábrica de celulosa de eucalipto con capacidad para producir un millón de toneladas y 140 megavatios de energía renovable, con instalaciones portuarias y logísticas integradas en la planta.

En un momento en el que la demanda mundial de celulosa supera ampliamente a la oferta, aunque se hayan reducido en los últimos meses las importaciones de China y otros países por la crisis económica general, y en el que, además, son cada vez mayores las dificultades que ponen los Gobiernos y los ciudadanos por motivos medioambientales a la apertura de nuevas papeleras, contar con una licencia como la que tiene Ence en Uruguay es "un tesoro", señala un analista. No descarta que el grupo español haga dinero, incluso antes de construir la planta, con la incorporación como socio minoritario de algún grupo internacional. Las dificultades financieras y económicas han congelado proyectos de fábricas de otras compañías.

Los logros del tercer trimestre de Ence, según los analistas, no han sido buenos y han estado claramente por debajo de sus estimaciones en resultado operativo bruto y en beneficio neto (véase información gráfica adjunta). La compañía achaca este comportamiento a la falta de coberturas y extraordinarios frente a 2007, pero algunos analistas sospechan tirando de los datos del primer semestre del año y comparándolos con los del tercer trimestre que el descenso del beneficio neto se ha producido principalmente por un fuerte incremento de los gastos financieros "hasta 25 millones de euros frente a los 7 millones del periodo enero-junio".

Los expertos señalan, de cara a próximos meses, la incidencia negativa en Ence del desplome del precio de la pulpa de celulosa, más de 120 dólares la tonelada en dos meses tras años de subidas en vertical, y la desaceleración de la economía mundial.

En este contexto de resultados a la baja y ambiciosos proyectos de expansión y diversificación dentro y fuera de España, el Consejo de Administración de Ence ha designado a Antonio Palacios consejero delegado en sustitución de Pedro Oyarzábal, que ha renunciado a dicho cargo y a un puesto de consejero. Fuentes de la compañía justifican este cambio en que el "nuevo contexto en los mercados internacionales" y la nueva estrategia de Ence requerían un perfil diferente, un perfil de gestor de todo tipo de empresas y mercados, para el puesto de consejero delegado. Palacios, que en los últimos cuatro años ha ejercido por libre y que ocupó con anterioridad varios cargos directivos en Telefónica, como la dirección general financiera para el área de Latinoamérica o la dirección general de recursos humanos de la compañía, ha sido el elegido finalmente entre media docena de candidatos.

Algunos analistas ven en el nombramiento de Palacios la mano, léase influencia, del consejero Fernando Abril, que también trabajó en Telefónica y tiene gran experiencia en mercados internacionales y banca de inversión.
(fuente)

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