FUNCIONARIO DEL INTI SALE A EXPLICAR

lunes, 9 de febrero de 2009
Reculó Martínez ! - 09/02/2009



EL FUNCIONARIO EXPLICÓ LA POSICIÓN DEL INTI ANTE AL CONFLICTO PASTERO.
Enrique Martínez habla de construir lazos de confianza

Una carta suya, en la que aclara la posición de la entidad que preside, fue publicada el jueves en este diario. El mismo día Enrique Martínez habló con Radio Cero para ampliar su pensamiento. Audio con declaraciones de Enrique Martínez a Radio Cero.

El titular del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) salió esta semana a aclarar ante la opinión pública local, la posición de ese organismo frente al conflicto pastero.

Lo hizo a través de una carta enviada a esta redacción y luego en diálogo con Radio Cero. De esta manera, el ingeniero Enrique Martínez trató de resignificar sus polémicos dichos de días anteriores.
“El INTI dice que no hay contaminación”, titularon los medios nacionales, adjudicándoselo a Martínez, en pleno forcejeo entre los funcionarios y los asambleístas por el corte de ruta, y antes de que Botnia despidiera olor y apareciera la mancha en el río Uruguay.

El funcionario aclaró que aquello fue una “simplificación periodística”. Eso dice su carta publicada el jueves pasado, que coincidió justo con el día en que sonó la alarma en Gualeguaychú por la mentada mancha.

“Cuando mandé esa nota, aclaré (a la redacción) que no me parecía el mejor momento para enviarla. Pero luego estuve reflexionando y me di cuenta que nunca hay un mejor día o un peor día para un conflicto de esta envergadura”, explicó en diálogo radial.

Según relató, los últimos hechos lo han confirmado en “la necesidad de que la comunidad de Gualeguaychú tenga un respaldo activo, comprometido y además en el cual pueda tener confianza en organismos técnicos que le ayuden a tener la mejor precisión sobre cualquier episodio que se dé (relativo a la contaminación)”.

“Me parece que aquí hay que construir lazos de confianza que se han ido perdiendo a lo largo del tiempo por muchísimas razones”, aseguró. “Pero nos gustaría que el INTI pudiera intervenir en este tema, aunque no sea específico del organismo, porque deberíamos pedir colaboración a terceros”.

“Yo creo que una de las conclusiones a priori en un tema tan crítico como el que apareció ayer (la mancha en el río Uruguay), podría abordarse si trabajáramos con todos los detalles”.


Enrique Martinez


Enrique Martínez: “Hay que construir lazos de confianza que se han ido perdiendo a lo largo del tiempo por muchísimas razones”


- Usted entenderá que esos lazos de confianza entre la comunidad de Gualeguaychú y los funcionarios, quedaron dañados precisamente por declaraciones de funcionarios de altísimo nivel. Como las suyas que recogieron los diarios nacionales.
Martínez:- Este es el sentido de mi nota que envié al diario. Allí aclaré lo que nosotros decimos en cuanto a la contaminación, que por cierto puede tener sus partes opinables. Me parece, no obstante, que es una reflexión muy clara.

- ¿Por qué no hizo esas aclaraciones inmediatamente, ingeniero?
- Lo hice. Pero buena parte de los medios dijeron: ahora Martínez se desdice. Vale decir, supusieron que decíamos dos cosas distintas. Que por un lado decíamos que Botnia no contamina, y que luego sosteníamos lo contrario. Con lo cual se cargó sobre la seriedad y coherencia de nuestra referencia más que profundizar el tema. Pero nuestro pensamiento no es zigzaguente, como se lo ha interpretado.

- Lo que acá cayó muy mal es que usted habló sobre este tema de la contaminación en medio de un forcejeo por el tema del corte. Dio la impresión que todo su discurso estaba dirigido a levantar el corte y para eso habló de la no contaminación, cuando son aspectos distintos...
- En mis declaraciones, en ningún momento me pronuncié sobre la validez o la falta de validez del corte. Yo sobre el corte no hablé. Lo que dije es que al aparecer una vez más un conflicto entre opiniones de funcionarios públicos y de la comunidad de Gualeguaychú, sin que hubiera datos sobre la mesa, era pertinente que si un organismo los tenía los pusiera sobre la mesa, al solo efecto de mejorar la información.

- Pero usted dijo que no tenía todavía los resultados de Canadá. Sin embargo los anticipó igual.
- Pero esos datos, de todos modos, los difundimos una semana después.

- ¿Cómo explica que el estudio del INTI, donde queda relativizada la cuestión de la contaminación, se haya hecho con el LATU, que es un laboratorio uruguayo, es decir con la firma de un país con el que la Argentina pleitea ante La Haya por la cuestión de Botnia?
- Le agradezco la pregunta porque me permite reiterar una aclaración. En todo caso, insisto que valoro mucho lo escrito. Es importante que se lea el informe nuestro que está en nuestra página Web, que cuenta la historia de nuestra participación. Pero se lo resumo a continuación. Nosotros seguimos convencidos del valor que significa establecer un trabajo conjunto entre el laboratorio oficial uruguayo y laboratorios oficiales argentinos. Es lo que buscamos en ese acuerdo. Para que los datos fueran absolutamente compatibles y se pudieran difundir en conjunto, al contrario de la interpretación que se da. De esta manera, si aparecía contaminación, Uruguay no pudiera objetarla. Ahora, ese trabajo en la práctica nunca se pudo concretar porque Uruguay no estuvo de acuerdo. Nosotros en nuestro informe decimos que lo mejor que pudimos conseguir es visitar los laboratorios uruguayos, entender los métodos de trabajo que ellos aplican, para que cuando pudiéramos trabajar en conjunto no hubiera diferencias, en lo que hace a equipos y técnicas. Sabemos cuáles son los métodos. Estamos usando los mismos métodos, pero cuando llegó el momento de ponernos de acuerdo sobre la toma de muestras y la difusión de resultados, el laboratorio oficial uruguayo no quiso firmar el convenio. O sea que no es que estamos trabajando en conjunto con Uruguay. Nosotros conocemos la metodología uruguaya. Hemos avanzado en el trabajo, pero las muestras y los resultados, los estamos difundiendo bajo nuestra exclusiva responsabilidad.

Cuestión de límites

- El INTI mide concentración de dioxinas y furanos en el agua y las compara con un límite admisible de 0,85, siguiendo el patrón canadiense. En base a esto, el informe menciona que frente a Botnia, la medición da 0,32. Pero el grupo técnico de la Asamblea asegura que usar el límite de 0,85, equivale a poner el techo en el cielo ¿Usted qué opina?
- Nosotros creemos que se puede discutir si el valor es 0,85 o no. Pero lo que no se puede discutir es que tiene que haber un valor de referencia. Ese 0,85 sale de las normas de Canadá sobre calidad de agua en un río. ¿Por qué las tomamos de Canadá?. Porque simplemente en Argentina no hay y en toda Latinoamérica no hay un solo referente equivalente que se pueda tomar. Y como Canadá es un país con mucho movimiento medio ambiental, tiene una gran industria maderera y celulósica, nos pareció razonable ese número de referencia.

- Pero las condiciones medioambientales de Canadá son bien diferentes de las nuestras, y particularmente del río Uruguay.
- Una cosa que el INTI no quiere hacer y no debe hacer es fijar los valores de referencia. El INTI debe buscar los valores de referencia donde estén. Si alguien con más fundamentos científicos que nosotros pone sobre la mesa otros valores, porque efectivamente las condiciones medioambientales son distintas, serán bienvenidos (...) Desde nuestro punto de vista la referencia que usamos es buena. Pero escuchamos a la comunidad. Ustedes dicen que debe profundizarse el estudio. Lo vamos a hacer. Vamos a juntar todas las referencias que haya en el mundo sobre parámetros de dioxinas y furanos en aguas de un río de agua dulce. Y veremos si podemos mejorar la información o no. Nosotros queremos trabajar de cara de entender a fondo que es lo que pasa.

- ¿Por qué cuesta tanto unificar criterios entre organismos del Estado, sobre temas tan sensibles?
- Yo me he comprometido a esto en la última reunión con la gente de Gualeguaychú. La idea es articular acciones con la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación. Les puedo asegurar que vamos a poner todo lo que esté a nuestro alcance para armonizar temas.

- ¿Por qué nunca se trabajó antes con la Secretaría de Medio Ambiente, que dirigía Romina Picolotti?
- Hicimos un acuerdo marco, que está vigente, donde el primer punto era trabajar sobre estos temas. Pero nunca nos llamaron.

- ¡¿Cómo puede ser que dentro del Estado pasen estas cosas?!
- Yo simplemente digo lo que sucedió.

- ¿Pero usted no reclamó, por ejemplo ante la Jefatura de Gabinete, por esta cuestión?
- Mire, la Secretaría de Medio Ambiente no tiene obligación de trabajar con nosotros. Decidió trabajar con universidades, con otros ámbitos, algo que podría ser motivo de una investigación periodística yo le sugiero. El nuestro es un aporte al solo efecto de aclarar posiciones y de conocer mejor el río. Nada más que eso. Lo hacemos de buena voluntad.

- Cuando usted habló sobre el tema de la contaminación, el propio personal del INTI se despego de sus declaraciones...
- No, le debo corregir. Es obvio que cualquier persona del INTI puede hablar. Pero se trató de solo 3 empleados. Nosotros no quisimos generar un hecho público con este tema. Pero acá participaron más de 30 personas en la elaboración del informe; no los hice yo solo a los ensayos. La verdad, todos hemos considerado que ha sido una grosera falta de respeto de estas tres personas salir a hacer ese tipo de imputaciones, que ni siquiera fueron validadas por la comisión interna agremiada a la cual pertenecen.

- ¿Cuántos empleados integran el INTI?
- Somos 1800 personas.

- ¿El INTI es sólo un organismo estatal o tiene participación de privados?
- Es una entidad autárquica que funciona con aportes del Estado nacional y que tiene por ley facultades para brindar servicios a título oneroso. Vale decir, cobra servicios cuando lo considera conveniente. Otras veces busca subsidios internacionales o busca apoyos de gobiernos provinciales. Bueno, como cualquier organismo público que tiene que trabajar y tiene recursos escasos. Pero está conducido íntegramente por funcionarios públicos.

- ¿Usted es presidente de un directorio en el INTI?
- Yo soy presidente de un consejo directivo que tiene 3 personas. Yo tengo 30 años de servicio en el Estado, y entré al INTI hace 6.

- Usted tiene un perfil técnico pero también político.
- Efectivamente. Son dos condiciones necesarias para conducir un organismo como el INTI. Debo recordar que además de ingeniero químico, he sido diputado nacional. O sea tengo una historia en la que se mezclan la política y el conocimiento. Me parece que ese es el perfil necesario para un organismo de estas características.

“No querría a Botnia para mi país”


- Como político, entonces ¿ qué le sugiere la radicación de Botnia, qué le dice la presencia de una empresa trasnacional en una zona como el río Uruguay?.
- Nos estamos alejando del tema de la conversación, pero me parece interesante que yo le puede contestar esa pregunta. En nuestra hoja web y en los documentos producidos por el INTI se reivindica la necesidad de achicar la escala industrial y asociar la industria a lo local. Los mega emprendimientos, no importa si son lecheros o de producción de pasta de celulosa, no son el modelo de desarrollo deseado para la Argentina. Ahora, la razón por la que nosotros no discutimos el modelo Botnia, se debe al hecho de que esa empresa opera en otro país, el Uruguay.

- ¿Pero utiliza un río compartido con Argentina?
- Es cierto, y por eso la Argentina tiene multitud de razones para reclamar sobre el uso de recursos, y por eso se fue al tribunal de La Haya. Esto lo entiendo cabalmente. Lo que le quiero decir es que si a mí me invitaran a una mesa redonda en Uruguay, para discutir si el modelo de desarrollo con mega emprendimientos de producción de celulosa es adecuado o no, entonces diría mi punto de vista. De todos modos se los digo a ustedes en este momento: ese modelo no lo quisiera para mi país. En cuanto a los efectos ambientales, hay que seguirlos muy de cerca, y controlar si afectan a fondo o no, y en caso que lo afecten como se evita. Porque no solo hay que pensar en corregir sino en evitarlos. Si la discusión se hiciera en Argentina, ratifico mi concepto: yo estaría en desacuerdo con un programa de plantas celulósicas de 500 mil toneladas, repartidas a lo largo de la Mesopotamia, algo que podría hacerse por nuestro recurso forestal.

- Leyendo su carta por el diario, se deduce claramente que aquí la cuestión pasa por establecer el “límite admisible”, a partir del cual se define si hay contaminación o no. Está clara que ante la debacle ecológica actual del planeta, habrá que discutir esos límites.
- Es un concepto que seguramente debemos admitir de entrada que es variable en el tiempo. Puede molestar un colectivo que pasa cada hora por una calle, con el carburador descalibrado y emitiendo cierta cantidad de humo. Ahora, si pasa cada 5 minutos es un infierno.

- En la década del ‘60 no discutíamos el impacto medio ambiental de la industria. Con la deuda ecológica que tenemos, producida por ese modo de producción, la cosa ha cambiado. Todo debiera replantearse, inclusive el concepto de “límite admisible”.
- Reconozcamos que en el caso de la industria celulósica, que es una industria crítica desde el punto de vista de la contaminación, ese concepto ha ido acompañando la saturación del plantea. Porque hay una cantidad de tecnologías que se aprobaban en el ‘60 o en los ‘70 que hoy están definitivamente prohibidas. Y me parece bien que eso suceda.

- ¿Qué opina de la tecnología Kraft?.
- La tecnología que se está utilizando me parece que es la tecnología límite para cierto tipo de papel. Hay otras tecnologías, como ustedes bien saben, que no producen olor en absoluto.

- ¿Acaso no se utiliza la tecnología Kraft por una cuestión de rentabilidad?
- No sé si es por la rentabilidad. Me parece que es por la calidad del producto que obtienen. Pero estamos efectivamente en una situación, diría límite desde el punto de vista de posibilidad de contaminación, lo cual exige controles. Y exige controles referenciados a un límite admisible. Y otra vez volvemos al concepto del límite admisible.

- ¿Está al tanto de los dichos de Larry Summers, quien siendo vicepresidente del Banco Mundial en los ‘90, recomendó a los países ricos que se deshagan de las industrias contaminantes y las lleven al Tercer Mundo?
- Si los conozco.

- ¿No cree que Botnia se inscribe dentro de esta estrategia?
- En algún momento puede ser. Está claro que el primer mundo prohibió la producción y uso de asbestos. Y eso significa que lo hizo cuando tenía claro que los asbestos como aislantes térmicos se podían reemplazar por otras cosas. Ahí hubo una combinación de razones de salud y de razones económicas. Cuando el mundo desarrollado entienda que puede producir papel por otros medios o que no necesita el papel probablemente prohíba las plantas. Hay una interacción entre lo económico y lo utilitario que no debería escapar.

- ¿No cree que el conflicto de Botnia revela una puja entre los intereses de las multinacionales por la apropiación y uso de los recursos naturales, aunque a costa de destruir los ecosistemas, y los derechos de las comunidades por decidir sobre esos mismos recursos y preservarlos?
- Ahí no hay mucha discusión. Yo creo que la comunidad tiene que tener la prioridad. Ahí no estamos discutiendo nada. Estoy categóricamente de acuerdo con ustedes.

- ¿Qué le sugieren estas manchas blancas detectadas en el río Uruguay?
- Yo tomaría esas manchas como punto de apoyo para estudiar a fondo su origen y su solución. Es probable que Botnia tenga algo que ver. Pero esto antes hay que precisarlo con rigurosidad. Lo que a mí me saca de quicio es sacar conclusiones apresuradas sobre una foto, una mirada, o un viaje en avión.

- Volviendo a la responsabilidad del Estado en esta materia, cuesta creer en los funcionarios cuando vemos, por ejemplo, que todavía no se ha hecho nada con esa corrupción ambiental que es el Riachuelo...
- Creo que hay mucho camino por recorrer. Recién vengo de participar de una reunión oficial, inaugurada por la ministra de Salud, para estudiar los efectos de los agroquímicos sobre la salud humana. Para entender qué es lo que nos está dañando y cómo evitarlo. Es obvio que no hay un minuto que perder. Y nosotros, desde el INTI, estamos del lado de las comunidades, porque somos parte de ella. Quisiéramos construir confianza alrededor de nuestro trabajo.
(fuente)

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