LAGHI, QUEMATE EN TU INFIERNO POR TODA LA ETERNIDAD !

martes, 13 de enero de 2009
Entiérrenlo cabeza abajo ! - 13/01/2009


Este sujeto Benedicto trata de apaciguar los ánimos ?... llamar a la paz mundial ? y mil mentiras más, cuando está contra la homosexualidad, hace retroceder los hipotéticos "avances" de la iglesia y se lamenta cuando muere un individuo como este Laghi que estuvo con la dictadura ????
A quién quiere engañar ?

Benedicto XVI lamentó la muerte del polémico cardenal Pío Laghi - El Papa dijo que es una "triste noticia" y que guarda un "grato recuerdo" de quien fuera nuncio apostólico en Argentina durante parte de la dictadura.


TENIA 85 AÑOS Y FUE NUNCIO EN LA ARGENTINA ENTRE 1974 Y 1980

Murió Pío Laghi, un cardenal polémico durante la dictadura
Mantuvo estrechas relaciones con Videla y Massera. Y con el entonces embajador de EE.UU. Robert Hill. Lo acusan de haber callado los crímenes del terrorismo de Estado, pero otras voces afirman que intentó salvar vidas, a veces con éxito.


El cardenal Pío Laghi, muy conocido en nuestro país por haber sido nuncio durante la última dictadura militar -y acusado por familiares de víctimas de haber sido cómplice de la represión-, murió anteanoche en el hospital romano de San Carlo de Nancy.

Laghi murió el sábado en el hospital San Carlo de Nancy, en Roma. Tenía 85 años y leucemia. El Papa Paulo VI lo envió a la Argentina en el tormentoso 1974 de la muerte de Juan Perón y la asunción de María Estela Martínez. Llegó con dos órdenes primordiales: neutralizar la influencia de los sacerdotes del Tercer Mundo, y renovar el obispado argentino para hacerlo menos conservador y un poco más acorde a los aires del Concilio Vaticano II.

La figura de monseñor Pío Laghi ha sido cuestionada a raíz de su desempeño dentro de la Iglesia católica durante la última dictadura militar. El purpurado fue nuncio apostólico en Argentina entre 1976 y 1980.

"La Iglesia fue uno de los primeros lugares en saber sobre los desaparecidos", explicó el historiador Lucas Lanusse. "En el año 77, hubo muy pocos actores que se le animaron al proceso. Por eso, el rol del Episcopado ha sido muy criticado. Era una Iglesia a la que se veía aliada al poder", añadió.

"El régimen militar que secuestraba y mataba por izquierda, lo hacía en nombre de Cristo. Decía defender un orden occidental y cristiano. Y (la dictadura) necesitaba la legitimidad de la Iglesia, y si bien aparecían algunos documentos críticos, rápidamente quedaban diluidos por otros mucho más ambiguos e inclusive por cantidad de actos, fotos, misas, ceremonias de todo tipo donde el Episcopado aparecía mano a mano con (Jorge Rafael) Videla, (Emilio) Massera, (Orlando) Agosti. Y eso no sólo sucedió en los 70 sino también en los 80, donde ya se sabía muy bien lo que estaba pasando", señaló Lanusse.

"Visto desde hoy, su actitud deja muchísimo que desear. De parte de la Iglesia institucional no hubo una reacción contra, por ejemplo, la desaparición de las monjas francesas, Alice Domon y Leónie Duquet o de los curas palotinos", dijo Lanusse.

Laghi fue denunciado ante la Justicia italiana como "cómplice activo" de la represión ilegal, por el sector de Madres de Plaza de Mayo que lidera Hebe Bonafini. Ayer, en Roma y para la agencia ANSA, otras madres recordaron mal al ex nuncio a quien entrevistaron en 1979 en Puebla, México. Es recién para esa fecha, recién entonces, que el propio Laghi admite haber tomado conciencia de la magnitud del horror que se abatía sobre el país. Pero hasta esa admisión está en duda: en julio de 1977, cuando fueron asesinados tres monjes y dos laicos de la congregación palotina en Buenos Aires, Laghi y el cardenal Juan Carlos Aramburu se entrevistaron con el entonces ministro del Interior, Albano Harguindeguy para decirle que sabían quiénes habían matado a los sacerdotes. Si bien ni Aramburu ni Laghi hicieron público esos nombres, el ex director del Buenos Aires Herald, Robert Cox relató que Laghi "estaba apenado por haber colocado la hostia en la boca del comandante del Primer Cuerpo de Ejército, Carlos Suárez Mason", a quien creía responsable de los asesinatos.

Pero dos años antes, Laghi había viajado a Tucumán para un ya legendario encuentro con el entonces general Antonio Bussi y con un centenar de oficiales del Ejército, ocasión en las que el nuncio justificó la represión.

Fue amigo personal de Golda Meir, de la Madre Teresa de Calcuta, de Ronald Reagan, de George H. W. Bush y del actual presidente estadounidense George Bush y de su familia. Admitió, y negó luego, haber jugado tenis con el almirante Emilio Massera en plena dictadura militar.
(fuente)

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