viernes, 17 de octubre de 2008
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Soluciones hay - 17/10/2008
"Podemos acabar con la crisis alimentaria"
El fuerte respaldo a la agricultura familiar y especialmente a la agroecología es fundamental para la alimentación de nuestra sociedad y para paliar la crisis alimentaria a nivel mundial, asegura REDES-Amigos de la Tierra Uruguay este 16 de octubre, Día Mundial de la Soberanía Alimentaria. Como parte de las celebraciones por este día, la organización ambientalista lanza un nuevo documental, denominado "Soberanía Alimentaria y agronegocio en Uruguay".
Los agronegocios en nuestro país, entre los que se destacan los monocultivos de eucaliptos, pinos y soja transgénica, dominados en su gran mayoría por grandes corporaciones transnacionales, perjudican nuestro medio ambiente, profundizan el proceso de latifundización y extranjerización de la tierra, aumentan el despoblamiento del medio rural, y amenazan así la producción de alimentos a precios accesibles para el mercado interno.
De esta forma, la soberanía alimentaria está en jaque. Sin embargo, varios pequeños productores nacionales y cooperativas como el Molino Santa Rosa (en Canelones), dedicados al mercado local, dan batalla en su defensa.
(Montevideo, 16/10/08) REDES-Amigos de la Tierra Uruguay reivindica este 16 de octubre, Día Mundial de la Soberanía Alimentaria, la agricultura familiar y la agroecología, al tiempo que presenta el documental "Soberanía Alimentaria y agronegocio en Uruguay", junto al Programa Uruguay Sustentable y Amigos de la Tierra Internacional.
El nuevo trabajo plantea que en nuestro país el concepto de soberanía alimentaria empieza a discutirse y en algunos casos a practicarse, presenta algunas de las experiencias más importantes, da la visión de los trabajadores y habla sobre la producción orgánica y los emprendimientos cooperativos, fundamentales en esta línea política.
La soberanía alimentaria significa el derecho que tienen los pueblos a definir estrategias sustentables y justas de producción, distribución y consumo de alimentos sanos, para garantizar la independencia nacional en materia de alimentación y asegurar alimentos suficientes y accesibles para toda la poblacion. Esta concepción, lanzada en 1996 por la Vía Campesina (red que nuclea a organizaciones campesinas de todo el mundo), promueve una cultura basada en la producción familiar y/o campesina, que respete las diversidades culturales y ambientales de cada país.
"Sólo es posible acabar con la crisis alimentaria mediante la soberanía alimentaria y la agroecología", señala un comunicado de la Vía Campesina emitido el miércoles. "Podemos acabar con la crisis alimentaria", asegura.
En contrapartida, las políticas neoliberales a nivel mundial favorecen la agroindustria con el control de las tierras y de la producción de comida por parte de grandes corporaciones transnacionales que sólo buscan el lucro económico.
Desgraciadamente Uruguay no es la excepción.
En nuestro país el proceso de vaciamiento de la campaña tiene una larga historia. En los últimos 30 años desaparecieron más de 20.000 establecimientos rurales y unas 128.000 personas se vieron obligadas a abandonar el campo. Con una superficie de 18,7 millones de hectáreas y un poco más de tres millones de habitantes, apenas 190.000 uruguayos viven en el medio rural.
Al mismo tiempo, en el entorno de un millón de hectáreas de tierra están plantadas con monocultivos de eucaliptos y pinos, que afectan nuestras fuentes de agua y el suelo, y alrededor de la mitad están en manos de la empresa finlandesa Botnia, la española ENCE, la estadounidense Weyerhaeuser y la sueco finlandesa Stora Enso. Un proceso similar recorre la producción de monocultivos de soja transgénica, que ocupan unas 500.000 hectáreas y son controlados principalmente por grandes empresas de agronegocios argentinas.
No obstante, la integrante de REDES-Amigos de la Tierra Uruguay Karin Nansen deja un mensaje optimista. "Si logramos que se ejecuten nuevas políticas de apoyo a la agricultura familiar diversificada y de restricción a la expansión de los agronegocios, así como otras que fomenten nuevas relaciones entre los productores familiares, la agroindustria y los consumidores finales, estaremos encontrando un camino viable para la agricultura y la producción de alimentos en nuestro país", aseguró.
Por más información:
REDES-Amigos de la Tierra Uruguay - Karin Nansen - 908 27 30 – 902 23 55
"Podemos acabar con la crisis alimentaria"
El fuerte respaldo a la agricultura familiar y especialmente a la agroecología es fundamental para la alimentación de nuestra sociedad y para paliar la crisis alimentaria a nivel mundial, asegura REDES-Amigos de la Tierra Uruguay este 16 de octubre, Día Mundial de la Soberanía Alimentaria. Como parte de las celebraciones por este día, la organización ambientalista lanza un nuevo documental, denominado "Soberanía Alimentaria y agronegocio en Uruguay".
Los agronegocios en nuestro país, entre los que se destacan los monocultivos de eucaliptos, pinos y soja transgénica, dominados en su gran mayoría por grandes corporaciones transnacionales, perjudican nuestro medio ambiente, profundizan el proceso de latifundización y extranjerización de la tierra, aumentan el despoblamiento del medio rural, y amenazan así la producción de alimentos a precios accesibles para el mercado interno.
De esta forma, la soberanía alimentaria está en jaque. Sin embargo, varios pequeños productores nacionales y cooperativas como el Molino Santa Rosa (en Canelones), dedicados al mercado local, dan batalla en su defensa.
(Montevideo, 16/10/08) REDES-Amigos de la Tierra Uruguay reivindica este 16 de octubre, Día Mundial de la Soberanía Alimentaria, la agricultura familiar y la agroecología, al tiempo que presenta el documental "Soberanía Alimentaria y agronegocio en Uruguay", junto al Programa Uruguay Sustentable y Amigos de la Tierra Internacional.
El nuevo trabajo plantea que en nuestro país el concepto de soberanía alimentaria empieza a discutirse y en algunos casos a practicarse, presenta algunas de las experiencias más importantes, da la visión de los trabajadores y habla sobre la producción orgánica y los emprendimientos cooperativos, fundamentales en esta línea política.
La soberanía alimentaria significa el derecho que tienen los pueblos a definir estrategias sustentables y justas de producción, distribución y consumo de alimentos sanos, para garantizar la independencia nacional en materia de alimentación y asegurar alimentos suficientes y accesibles para toda la poblacion. Esta concepción, lanzada en 1996 por la Vía Campesina (red que nuclea a organizaciones campesinas de todo el mundo), promueve una cultura basada en la producción familiar y/o campesina, que respete las diversidades culturales y ambientales de cada país.
"Sólo es posible acabar con la crisis alimentaria mediante la soberanía alimentaria y la agroecología", señala un comunicado de la Vía Campesina emitido el miércoles. "Podemos acabar con la crisis alimentaria", asegura.
En contrapartida, las políticas neoliberales a nivel mundial favorecen la agroindustria con el control de las tierras y de la producción de comida por parte de grandes corporaciones transnacionales que sólo buscan el lucro económico.
Desgraciadamente Uruguay no es la excepción.
En nuestro país el proceso de vaciamiento de la campaña tiene una larga historia. En los últimos 30 años desaparecieron más de 20.000 establecimientos rurales y unas 128.000 personas se vieron obligadas a abandonar el campo. Con una superficie de 18,7 millones de hectáreas y un poco más de tres millones de habitantes, apenas 190.000 uruguayos viven en el medio rural.
Al mismo tiempo, en el entorno de un millón de hectáreas de tierra están plantadas con monocultivos de eucaliptos y pinos, que afectan nuestras fuentes de agua y el suelo, y alrededor de la mitad están en manos de la empresa finlandesa Botnia, la española ENCE, la estadounidense Weyerhaeuser y la sueco finlandesa Stora Enso. Un proceso similar recorre la producción de monocultivos de soja transgénica, que ocupan unas 500.000 hectáreas y son controlados principalmente por grandes empresas de agronegocios argentinas.
No obstante, la integrante de REDES-Amigos de la Tierra Uruguay Karin Nansen deja un mensaje optimista. "Si logramos que se ejecuten nuevas políticas de apoyo a la agricultura familiar diversificada y de restricción a la expansión de los agronegocios, así como otras que fomenten nuevas relaciones entre los productores familiares, la agroindustria y los consumidores finales, estaremos encontrando un camino viable para la agricultura y la producción de alimentos en nuestro país", aseguró.
Por más información:
REDES-Amigos de la Tierra Uruguay - Karin Nansen - 908 27 30 – 902 23 55
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