Una reseña de datos y acontecimientos de un medio antipopular y reaccionario.
Pataleo por RCTV y su verdadera historia
Mr. W., la Condi, un puñado de euro parlamentarios, la "libérrima" Sociedad Interamericana de Prensa, los abiertamente pro yanquis Reporteros sin Fronteras, y hasta uno que otro pelele de Nuestra América han puesto el grito en el cielo porque el Gobierno Bolivariano adoptó una decisión soberana. La Condi, por cierto, salió con el rabo entre las patas de la misma Ciudad de Panamá bombardeada inmisericordemente por ellos, con el pretexto de arrestar a un Presidente acusado de narcotraficante. Allí la Doñita pretendió imponer a la Asamblea General de la OEA una resolución condenatoria contra Venezuela, pero los tiempos han cambiado, y ya hasta los cancilleres más marionetas no prestan sus axilas así como así, para que desde Washington les manipulen abiertamente sus hilos. Dijeron no. Y no. Defendieron los sagrados principios de Soberanía Nacional y el de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados, eternamente pisoteados y violados por los yanquis, y hasta aplaudieron las valientes palabras del representante venezolano. Lo del Parlamento Europeo fue el papelazo del siglo: de más de 700 eurodiputados, no llegaron a 100 los que acudieron a la votación condenatoria, aprobada sin valor alguno por una exigua minoría de cuatro pelagatos, los mismos que jamás han votado para sancionar a Estados Unidos por haber humillado la dignidad de sus países, aterrizando en sus aeropuertos con aviones repletos de "terroristas", ante la complicidad de muchos gobiernos y el silencio de otros, que últimamente cuando hablan solo es para decir: "yes, míster". Y lo de Reporteros sin Fronteras, ni hablar. Su ilustre dirigente, el mismo que calla y otorga ante el asesinato de colegas de España en Iraq y concede premios a mercenarios de la pluma rentados por Washington, cacareó como una gallina clueca, en nombre de la tan ultrajada "libertad de prensa", esa misma mediante la cual el Pentágono y la CIA ordenaron a los grandes medios yanquis que callaran ante las atrocidades de la agresión contra Iraq y a no mencionar los casos de soldados estadounidenses muertos en esta guerra de sangre por petróleo. Y AHORA FUE RCTV Ah, pero ahora se trataba de Hugo Chávez, ese dictador a quien los yanquis jamás le van a perdonar que haya alfabetizado a millones de venezolanos olvidados desde siempre, que los alimente y les ofrezca oportunidades de trabajo, y les atienda gratuitamente su salud, con ayuda cubana. ¿Cuba y Venezuela juntas en América Latina? ¡Eso, sencillamente, no pueden permitirlo los yanquis! Y mucho menos ahora, cuando a la Alternativa Bolivariana para las Américas se suman Bolivia, Nicaragua, Ecuador y muchos otros que ya avanzan en pos de la integración, no inventada precisamente por Chávez, sino profetizada mucho antes por Simón Bolívar y José Martí. Y contra Chávez abren fuego cada vez que tienen una oportunidad. Y cuando no la tienen, también. Es casi la copia al carbón de los inicios de la Revolución Cubana, pues los muy imbéciles no aprenden, aunque les hemos ofrecido el método "Yo sí puedo", para si quisieran alfabetizarse, en inglés, en español, en quechua, en aymará o en muchos otros idiomas. ¿Y eso de que Chávez ande repartiendo petróleo barato para los países que carecen de recursos y no pueden adquirirlo a los precios impuestos por las locuras yanquis? ¿Qué se creerá este Chávez, mezcla de aborigen, africano y europeo? No. En el traspatio yanqui, por cierto, olvidado durante un buen tiempo por ellos mismos, nada de esto puede ocurrir. Pero está ocurriendo ahí, en las propias narices de Estados Unidos, ante las cuales el Comandante en Jefe Fidel Castro proclamó el Socialismo del Siglo XX en abril de 1961, a escasas horas de la invasión derrotada en Playa Larga y Girón. Ahora Chávez y Fidel hablan de Socialismo del Siglo XXI, más perfeccionado y adaptado a las actuales realidades, de Revolución Energética, de comercio justo y equitativo, de igualdad social, de integración de Nuestra América, de escuelas, universidades y hospitales, y de defender los logros alcanzados a como sea. Y eso es imperdonable. Por ello el golpe de Estado de abril del 2002. Y el petrogolpe un poco después. Todos esos movimientos sediciosos, orquestados y financiados desde Washington, fueron fielmente trasmitidos por las televisoras privadas venezolanas, en vivo y en directo, segundo a segundo. Y principalmente por RCTV. Nadie ha olvidado las imágenes del actual cabeza visible de RCTV, Marcel Granier, quien fue de los primeritos en correr hacia el Palacio de Miraflores, para abrazar efusivamente al líder golpista Pedro Carmona, apodado justamente "Pedro el Breve", porque su mandato espureo, respaldado por buques yanquis en aguas cercanas a las costas venezolanas, duró lo que el clásico merengue en la puerta de un colegio, y en hora del recreo… Esa cadena televisiva divulgó con todo detalle los "decretos" golpistas, nadie sabe aún si redactados en español o en inglés: romper relaciones con Cuba, destrozar la Constitución Bolivariana aprobada por la inmensa mayoría de los venezolanos, ataques de hordas fascistas contra la embajada cubana en Caracas y otras tropelías, como asesinar con disparos de policías vendidos a pacíficos manifestantes. También se apresuraron en anunciar el respaldo del apresurado Aznar, quien imbécil como siempre, fue el primero en saludar y apoyar a los golpistas a sueldo de sus propios pagadores yanquis. Sin embargo, RCTV solo trasmitió música y películas cuando el pueblo bajó de los cerros, sacó a Chávez del encierro al que lo habían confinado y lo puso de nuevo en el lugar que le corresponde por voluntad popular: el Palacio de Miraflores. Pasaron los días y los años, y el señor Granier ni siquiera fue molestado. Siguió haciendo de las suyas, como ha hecho siempre RCTV, de la cual los venezolanos afirman que "los gobiernos pasan, pero RCTV se queda…" RCTV lleva haciendo lo que le viene en ganas en Venezuela desde 1953, cuando fue fundada por William H. Phelps, que con ese nombre ya todos podrán imaginar que nada tenía de venezolano, sino de yanqui. Phelps era, a su vez, hijo de otro magnate estadounidense, quien sacó al aire en 1930 la Broadcasting Caracas, primera emisora radial en Venezuela, con el apoyo de la RCA Víctor. De planta radial se convirtió en radio-televisiva, y sobre todo en consorcio mediático. Baste el siguiente dato: entre RCTV y Venevisión, fundada en 1960, controlaban el 80% de todos los canales de TV en Venezuela, trasmitían el 80% de los mensajes y contenidos, y se beneficiaban con el 85% de la inversión publicitaria en los medios masivos… ¡Casi nada! Pero como RCTV es casi un perfecto clan, su actual presidente, el golpista Marcel Granier, es el esposo de la hija de William Phelps Jr. Todo queda en casa, como en las buenas familias. NADIE PROTESTÓ ENTONCES Ahora el pataleo es debido a que el Gobierno decidió, amparado en la Constitución y en leyes aprobadas mucho antes de la Revolución Bolivariana, pero con plena vigencia, no renovar el contrato de utilización de frecuencias a dicha empresa. Pero mucho antes de esta decisión soberana, totalmente legal, y por demás valiente y digna, RCTV confrontó algunos problemitas con anteriores gobiernos "venezolanos", a los cuales nadie se atrevería a calificar de comunistas, socialistas y ni siquiera de izquierdistas. En 1980, el entonces mandatario Luis Herrera Campins, anuló las trasmisiones de RCTV durante día y medio por haber difundido "narraciones sensacionalistas y relatos de hechos poco edificantes". Un año después la suspensión fue por 24 horas, por trasmitir una película de "corte pornográfico". En 1984, el mismo Herrera Campins amonestó a esta TV por "ridiculizarlo de forma humillante a él y a su esposa". Y antes aún, en 1976, el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, suspendió durante tres días a RCTV por divulgar "noticias falsas y tendenciosas". Es decir: RCTV se las trae y ha tenido confrontaciones con gobiernos anteriores y muy diferentes al de Hugo Chávez, pero a Chávez es a quien hay que satanizar. Chávez era un jovenzuelo, que quizás andaba en los trajines de oficial de las Fuerzas Armadas de su país, cuando el Gobierno venezolano de turno estableció que "todas las concesiones de la televisión privada tendrán validez durante 20 años, sin la obligación de extensión o renovación". El entrecomillado apareció en la Gaceta Oficial Nº 33.796, que publicó íntegramente el Decreto Nº 1577, en fecha tan lejana como el 27 de mayo de 1987, hace dos décadas. Cualquiera que sepa algo de aritmética sabe perfectamente bien que desde el 27 de mayo de 1987 al 27 de mayo del 2007 han transcurrido 20 años, que al decir de Carlos Gardel "no es nada", pero para las marañas golpistas de RCTV sí son muchos. Y el Gobierno Bolivariano, autorizado por el artículo 108 de la Constitución aprobada por abrumadora mayoría en una de las tantas elecciones que han respaldado a Chávez, decidió cerrar las trasmisiones de RCTV hace apenas unos días. Ese documento señala que "el Estado garantizará servicios públicos de radio, televisión y redes de bibliotecas e informática, con el fin de permitir el acceso universal a la información". En sustitución de RCTV, que por cierto, aún continúa divulgando falsedades mediante Internet, el Gobierno Bolivariano creó un nuevo canal televisivo: TVes, cuya programación responderá a los verdaderos intereses no de Chávez, como han pretendido hacer creer los poderosos de los medios, sino del pueblo venezolano. RCTV, por si alguno desmemoriado lo ha olvidado, también fue objeto de denuncias de 17 asociaciones civiles en octubre del 2002, el mismo año de su golpe fascistoide. Estas agrupaciones presentaron 54 pruebas tajantes de violaciones por parte de RCTV a la Constitución, la Ley Orgánica de Radiodifusión, el Código Civil, la Ley de Protección al Menor, la Ley de Responsabilidad Social y el Código de Ética del Colegio de Periodistas. Pero hay más aún: entre abril del 2002 a mayo del 2003, nueve Organizaciones No Gubernamentales internacionales, que para nada son sospechosas de simpatizar con el Gobierno Bolivariano, sino todo lo contrario, criticaron a RCTV en 18 oportunidades, por su "falta de objetividad periodística". Quizás sea la misma "objetividad periodística" que avala a la muy prestigiosa CNN, que para sustentar su campaña antichavista difundió por todo el Planeta imágenes falsas de supuestas manifestaciones de protesta contra el cierre de RCTV. La multitud que se apreciaba en las pantallas de la CNN había sido filmada no en Caracas ni en Zulia ni en Anzoátegui, sino en el balneario mexicano de Cancún, cuando cientos de personas protestaban, sí, protestaban airados de verdad, no por la clausura de RCTV, sino por el vil asesinato de un colega mexicano. Pero en un absoluto irrespeto por la decencia, la ética profesional y su deber con los televidentes, esa famosísima cadena yanqui de TV, la CNN, no vaciló en falsear la noticia y en ofrecer la información a su manera, es decir, para cumplir al pie de la letra su "objetividad periodística": desinformar. Los profesionales, artistas, técnicos, trabajadores y empleados de RCTV no han sido abandonados ni desamparados, sino que fueron convocados a incorporarse a TVes, y muchos ya lo han hecho. Ahora queda por ver qué va a ocurrir con las abultadas cuentas bancarias de RCTV, pues sus honorables directivos, avisados de antemano de lo que les iba a ocurrir, llevan tiempo sacando dinero y depositándolo en bancos yanquis y europeos, vendiendo acciones y realizando otras tropelías financieras, que en eso sí que no hay quien les ponga un pie delante a los yanquis ni a sus alumnos. Ninguna de estas verdades ha sido recordada siquiera por la gran prensa libre occidental, que ahora presenta a los victimarios de RCTV como víctimas de un Gobierno totalitario, cuando lo cierto es que hasta el 27 de mayo pasado, los totalitarios fueron los mafiosos y mentirosos golpistas de RCTV, planta televisiva a la cual se le podría añadir otra sigla muy conocida: RCTV-EPD… |
Lo pueden leer desde su sitio en http://www.cubahora.co.cu/index.php?tpl=principal/ver-noticias/ver-not_ptda.tpl.html&newsid_obj_id=1018978
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