lunes, 16 de julio de 2007
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Nadando bajo cero - 16 de julio de 2007 - fuente
El agua estaba absolutamente negra. Era como lanzarse en un hueco negro y obscuro. Tuve miedo.
Lewis Gordon Plough, un nadador de resistencia completó un trecho de un kilómetro en aguas árticas a temperaturas de menos 1,8 ºC, por debajo del punto de congelación.
La meta de esta hazaña: llamar la atención sobre los efectos del cambio climático en el planeta.
El británico Lewis Gordon Plough, de 37 años de edad, nadó durante 18 minutos y 50 segundos en las aguas más frías en las que haya nadado libremente ser humano alguno.
Este abogado corporativo del distrito financiero de Londres dijo, al final de su baño helado, que su aventura resultó un triunfo.
Sin embargo, recalcó que era una verdadera "tragedia el hecho de que un ser humano pudiera nadar en el Polo Norte", debido al descenso de las temperaturas árticas.
"Espero que mi nadada inspire a los dirigentes mundiales para que tomen en serio el cambio climático", indicó.
Dolor insoportable
Unas brazadas por debajo del punto de congelación.
El reto ártico fue llevado a cabo siguiendo las Reglas de la Asociación de Natación del Canal de la Mancha, que estipulan que el nadador sólo puede utilizar un traje de baño deportivo, un par de lentes protectores y un gorro de natación.
Pugh se zambulló en las aguas gélidas del Polo Norte el domingo a las 0100 GMT y nadó a lo largo de una grieta en dirección al norte geógrafico del Ártico.
"El agua estaba absolutamente negra. Era como lanzarse en un hueco negro y obscuro. Tuve miedo", confesó el nadador de resistencia.
"El dolor fue inmediato y sentí que mi cuerpo se estaba quemando. Fue un dolor insoportable de principio a fin. Casi me rindo en un par de ocasiones"
El agua estaba absolutamente negra. Era como lanzarse en un hueco negro y obscuro. Tuve miedo.
Lewis Gordon Plough, un nadador de resistencia completó un trecho de un kilómetro en aguas árticas a temperaturas de menos 1,8 ºC, por debajo del punto de congelación.
La meta de esta hazaña: llamar la atención sobre los efectos del cambio climático en el planeta.
El británico Lewis Gordon Plough, de 37 años de edad, nadó durante 18 minutos y 50 segundos en las aguas más frías en las que haya nadado libremente ser humano alguno.
Este abogado corporativo del distrito financiero de Londres dijo, al final de su baño helado, que su aventura resultó un triunfo.
Sin embargo, recalcó que era una verdadera "tragedia el hecho de que un ser humano pudiera nadar en el Polo Norte", debido al descenso de las temperaturas árticas.
"Espero que mi nadada inspire a los dirigentes mundiales para que tomen en serio el cambio climático", indicó.
Dolor insoportable
Unas brazadas por debajo del punto de congelación.
El reto ártico fue llevado a cabo siguiendo las Reglas de la Asociación de Natación del Canal de la Mancha, que estipulan que el nadador sólo puede utilizar un traje de baño deportivo, un par de lentes protectores y un gorro de natación.
Pugh se zambulló en las aguas gélidas del Polo Norte el domingo a las 0100 GMT y nadó a lo largo de una grieta en dirección al norte geógrafico del Ártico.
"El agua estaba absolutamente negra. Era como lanzarse en un hueco negro y obscuro. Tuve miedo", confesó el nadador de resistencia.
"El dolor fue inmediato y sentí que mi cuerpo se estaba quemando. Fue un dolor insoportable de principio a fin. Casi me rindo en un par de ocasiones"
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