Los nocivos cultivos transgénicos

domingo, 5 de julio de 2009
Monsanto, el pacto con el diablo ! - 05/07/2009


Sojistán
Desde que existe la agricultura, los agricultores han hecho esto: guardar semillas de una cosecha para usarlas en la cosecha siguiente. Todo cambió cuando ciertas empresas multinacionales, con Monsanto a la cabeza, patentaron algunas plantas, como la soja o el maíz transgénico. Quien planta soja la transgénica Roundup Ready no puede guardar semillas para la próxima cosecha sin pagarle a Monsanto, que así se convierte en propietaria de una variedad vegetal. Viene a ser un caso de privatización de la naturaleza -y socialización de su contaminación-.

Ese peculiar tipo de patente plantea un problema: ¿qué pasa si las variedades transgénicas desplazan a las demás? En el Canadá, un agricultor que no cultivaba OGMs (organismos genéticamente modificados) tenía vecinos que sí los cultivaban; los de los vecinos invadieron su campo. ¿Lo indemnizaron? No, él tuvo que pagarle a Monsanto por "usar" la variedad OGM. En México, cuna del maíz, las variedades nativas se ven invadidas por la transgénica. En esto resulta esclarecedor el libro de Marie-Monique Robin, El mundo según Monsanto, que deberían leer los del tractorazo.

En ese libro, Robin menciona los cultivos de soja transgénica en la Argentina, Paraguay y Brasil. La soja transgénica entró en la Argentina con una propaganda engañosa. Desde la Argentina, y de contrabando, pasó al Paraguay y el Brasil, donde se cultiva la variedad llamada Roundup Ready, hecha para resistir el pesticida llamado Roundup. Ese pesticida contiene como sustancia activa el glifosato, cuya fórmula se conoce, y una sustancia llamada surfactante cuya fórmula no se conoce, por ser secreto comercial de Monsanto. El uso del Roundup se aprobó porque (según ciertos estudios) el glifosato puro no es peligroso para la salud. Estudios posteriores mostraron que, aunque el glifosato puro no fuera peligroso, si lo era el surfactante, pero se prefirió ignorarlos.

Hay más. Estudios recientes demuestran que también el glifosato es altamente nocivo para la salud. Es interesante el artículo de Página 12, "El glifosato estimula la muerte de las células de embriones humanos" (21/6/09). Se trata de una entrevista a Gilles Eric Seralini, profesor de la Universidad de Caen (Francia). Las investigaciones de Seralini muestran que el glifosato produce cáncer, malformaciones, abortos, problemas hormonales y genitales. Monsanto declaró que el Roundup no se usaba para eso. Es cierto, pero el Roundup es contaminador del agua subterránea y de la superficie; al tomarla, animales y personas pueden sufrir esas consecuencias. Declaró también que el pesticida se usaba desde hacía 35 años, y eso probaba su carácter inocuo. Falso. Otros productos fabricados por Monsanto, el PCP y la dioxina, se usaron por décadas con resultados catastróficos. En Vietnam siguen naciendo monstruos a causa de la dioxina contenida en el defoliante llamado Agent Orange.

¿Hasta dónde estará contaminado el Paraguay a causa del Roundup? Falta un estudio de conjunto. Una vez que se lo tenga, se deberá vencer la resistencia de los contaminadores agrupados en el tractorazo, fieles defensores de los intereses de Monsanto.
(fuente)



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